El vicegobernador de la Provincia, Gabriel Mariotto, mantuvo hoy un desayuno de trabajo con el embajador de Japón, Masashi Mizukami, y el gobernador de la ciudad portuaria de Kagoshima, Yuichiro Ito.
La reunión se produjo en la residencia del presidente del Senado bonaerense, en la ciudad de La Plata, en el marco del centenario de la primera inmigración a la Argentina.
Además de dialogar sobre la situación de la comunidad japonesa, durante el encuentro Mariotto y los representantes nipones reflexionaron sobre el crecimiento productivo del país y las posibilidades de sellar nuevos acuerdos comerciales entre ambas provincias.
Abordaron también la importancia de la capacitación en oficios para generar nuevos puestos de trabajos y se hizo especial hincapié en la decisión estratégica de la presidenta Cristina Fernández de producir materias primas con valor agregado.
Al referirse a la crisis económica y financiera que se experimenta a nivel mundial, el vicegobernador explicó que el país pudo atenuar sus efectos gracias a las políticas de inclusión social y desarrollo que comenzaron a aplicarse con Néstor Kirchner en 2003, y que continúa en su segundo mandato la jefa de Estado.
“La comunidad japonesa en el país es muy importante y con su trabajo contribuyeron siempre al crecimiento de la patria”, apuntó Mariotto tras al encuentro.
Al tiempo que evaluó que “la reunión fue muy importante porque sirvió para reflexionar juntos sobre la importancia de la capacitación y las políticas de Estado en el desarrollo de la industria”.
Del desayuno participaron también el secretario de Finanzas de Asuntos Financieros de la Embajada, Etsuro Nimomiya; el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Kagoshima, Hideharu Suwa; el presidente de la Federación de Sociedad de Comercio e Industria, Mori Hideharu; y el presidente de la Asamblea de Prefectura de Masuo Kaneko.
Kagoshima es una de las 47 prefecturas (jurisdicciones) en las que está divido el país nipón. Ubicada al sur de la isla, la ciudad es una de las más importantes a partir de su puerto, que históricamente la convirtió en puerta de entrada y salida del comercio con el resto del mundo.
La inmigración de los habitantes de la península comenzó en 1909 y se profundizó a partir de 1914, tras la erupción del volcán de Sakura-jima. Ya en Argentina, la comunidad se desempeñó inicialmente en trabajos vinculados a la actividad portuaria, pero luego, comenzó a dedicarse a la actividad privada con la radicación de emprendimientos como tintorerías y lavanderías.
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