Según informó el Ministerio de Salud en un comunicado, los resultados son sorprendentes: chicos autistas que comienzan a comunicarse, discapacitadas mentales que aprenden a generar un vínculo, personas que mejoran su equilibrio y capacidad de movimiento, hasta niños con parálisis que encuentran bienestar y deseos de vivir.
Al predio de la ONG Cedica, ubicado en el Hipódromo de la Provincia en La Plata, “concurren pacientes de los hospitales provinciales Elina de la Serna, San Lucas, Ramos Mejía y José Ingenieros, que asisten a personas con discapacidades mentales, autismo y patologías psiquiátricas”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia.
Este tipo de actividades extramuros, agregó, “va en consonancia con la nueva ley de salud mental que habla de la necesidad de generar equipos interdisciplinarios para el bienestar de estos pacientes”, con la intención de facilitar la reinserción comunitaria.
“La idea es que estas personas no estén encerradas, aisladas y ‘empastilladas’ porque, se sabe, eso no mejora a nadie”, dijo Adriana Scarinci, directora del hospital Ramos Mejía, que alberga a 70 mujeres con retrasos mentales.
El Centro cuenta con 22 caballos entrenados durante dos años para realizar rehabilitación ecuestre. Pero, además, allí trabajan 80 personas entre psicomotricistas, psicólogos, terapistas ocupacionales, profesores de educación física, psicopedagogos e instructores. A cada paciente se le asigna un caballo que será “su” caballo y un grupo de entre tres y cinco personas que se dedicará a acompañarlo en forma personalizada durante la hora semanal de actividad. Además, cuenta con un blog: http://www.equitacionparatodos.blogspot.com.ar/
Caballos con entrenamientos especial
No cualquier caballo puede ser utilizado para la rehabilitación de personas discapacitadas. Requieren un entrenamiento especial que puede durar hasta dos años.
“El caballo es el animal más expresivo, tiene un lenguaje silencioso que le permite relacionarse con el humano mejor que un perro”, contó Salas. Incluso su movimiento permite a la persona que lo monta ser más conciente de su propio cuerpo.
“El caballo reacciona por miedo o por dolor y su primera reacción es la huida”, explicó Salas. Y agregó que en el entrenamiento se los educa para que no sientan miedo.
A los caballos de este centro de equitación se les practica reiki y se le da Flores de Bach y globulitos homeopáticos, lo que les atempera el carácter y los vuelve más aptos para ayudar a los discapacitados.
Alejandro Zengotita, director de Cedica, contó que de los 22 caballos que poseen, seis se encuentran en el hipódromo y el resto en un predio llamado Arroyo San Juan, en Arturo Seguí, adonde también concurren los pacientes de hospitales provinciales.
“Aquí vienen pacientes con los vínculos sociales debilitados, en su mayoría por carecer de la cotidianeidad de un vínculo familiar o algún referente que los visite o que comparta una actividad con ellos”, explicó Zengotita. Y agregó que con este tipo de rehabilitación se los saca de la rutina, se los contacta con la naturaleza y esto aumenta su repertorio de intereses, los motiva y los vincula con el mundo exterior. (DIB)
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