(GEI) –Las operaciones de prensa que los oligopolios informativos vienen llevando desde hace tiempo contra el periodista rioplatense Víctor Hugo Morales, pero muy especialmente en la última semana con la publicación de una fotografía que se lo ve junto a uniformados durante la última dictadura militar en Uruguay, no generó otra cosa, que exacerbar la indignación de los argentinos que a partir del debate por la Ley de Medios hace cuatro años, ya no comen mas vidrio y mucho menos operaciones de este tipo. No fue casual que el poderoso aparato de inteligencia del monopolio informativo, pusiera el foco en el comunicador social de mayor prestigio y credibilidad, atributos que se los ganó, no por su complacencia con el poder económico real, sino justamente por todo lo contrario, como lo demuestra la coherencia con la que se manejó siempre. Sus reiteradas denuncias contra las mafias en el fútbol y en particular, por haber sido uno de los principales comunicadores que con mayor claridad y fundamentos supo instalar en la opinión pública el debate sobre el negocio de la transmisión de los partidos de fútbol por la TV paga, que luego posibilitó que este espectáculo deportivo se televisara por la TV abierta y gratuita para todos los argentinos. Tampoco es casual que esta despiadada campaña de desprestigio contra Víctor Hugo, la instrumente un seudo periodista, falto de toda coherencia profesional e ideológica, que ahora trabaja para la empresa de medios que tantas veces criticó, por su posición monopólica en el mercado. Lo cierto es que Víctor Hugo Morales, ahora salió fortalecido por la cantidad y calidad de personas y entidades que se solidarizaron con él, al tiempo que repudiaron la actitud canalla del periodista estrella del monopolio mediático. La ficción Pero ésta, no es la única campaña que emprendieron las empresas que conforman los oligopolios mediáticos. Coordinados por el comité de crisis que integran sus respectivos CEOS, diariamente le bajan línea a sus voceros periodísticos, para que relaten situaciones de internas insostenibles en el gobierno nacional, que a veces se contradicen, o terminan estrellándose contra la realidad. Relatos de supuestas rencillas entre funcionarios, que de ser ciertos, Cristina se la pasaría cambiando ministros en lugar de gestionar y comunicar su gestión como lo viene haciendo, casi con obsesión, desde que estas empresas de concentración económica y mediática, comenzaron su campaña destituyente, en el mismo momento que asumió su primer mandato, el 10 de diciembre de 2007. Después de cansar a sus lectores en los últimos meses con el affaire Boudou- Ciccone, ahora entretienen al 1,2 por ciento de los argentinos que compran sus periódicos, con supuestas disputas internas entre funcionarios del gabinete nacional. Incoherencia periodística El principal blanco del poder económico mediático concentrado, como desde hace varios años viene siendo, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que casualmente es el principal responsable del récord del saldo de la balanza comercial, en el momento de mayor gravedad de la crisis externa, que afecta principalmente a los países centrales, desde que ésta se desató a partir de la crisis de la hipotecas en EEUU, a fines de 2007. Desde asegurar que se iba de la secretaría por un supuesto enojo de la presidenta (ver Perfil este sábado: “Moreno ya se despidió de la secretaría” http://snipurl.com/24kkoe4), y este lunes en La Nación, con la firma de Mariana Verón, (http://snipurl.com/24kkn0a), donde asegura que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, “habla todos los días con la Presidenta”, la que “Puede sufrir enojos momentáneos, pero por el momento (Moreno) sigue estando entre los más escuchados por la jefa del Estado”, y “Gran parte de sus colegas reniegan de su cercanía a Cristina”. Según este relato, cómo se entiende que alguien con quien se está enojado y piensa echar de su equipo de trabajo, hable todos los días por teléfono, y es el de mayor cercanía e influencia. Aunque no es el único funcionario a quien tratan de desgastar, también entraron a formar parte de la ficción, los ministros, de Seguridad, Nilda Garré, de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, de Planificación, Julio De Vido, de Economía, Hernán Lorenzino y el vice de este último, Axel Kicillof, a quien usan en todos los casos, ensalzándolo como el que avanza contra todo el equipo económico “es hoy el funcionario que lidera las preferencias de la Presidenta como principal asesor económico del Gobierno”. Sin tiempo La realidad, es que exactamente dentro de cuatro meses, opera la caducidad de la cautelar mediante la cual el principal grupo mediático de la Argentina, viene incumpliendo desde hace casi tres años, el artículo 161 de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, que lo obliga a deshacerse de más de 240 señales de televisión por aire y cable. Como fue la Corte Suprema la que se expidió sobre la vigencia de dicha medida cautelar, al monopolio ya no le quedan instancias judiciales para seguir dilatando con chicanas, algo que el 7 de diciembre tendrá que hacer voluntariamente, o lo hará de oficio, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), que ya cursó la intimación al grupo. Sin espacio A pesar del discurso mediático, que todavía con algún poder de fuego quiere instalar que la presidenta bajó su imagen e intención de voto a raíz de las últimas medidas económicas (comentario de Joaquín en La Nación de este domingo: http://snipurl.com/24kl3rh), un estudio realizado por la consultora Ipsos-Mora y Araujo, una de las empresas preferidas del establishment vernáculo en materia de estudios de opinión pública, dice que “la base de la aprobación del 60 por ciento de la Presidenta es una aprobación más global que incluye planes sociales, jubilaciones, obras, colegios, economía” (Página 12 de este domingo: http://snipurl.com/24kl739). En tanto, al medir la intención de voto, la encuesta revela que, si las elecciones a presidente se reiteran hoy, Cristina le ganaría “muy ampliamente a cualquiera de sus competidores”, y que, “el escenario se parece al de octubre, con más del 50 por ciento para la Presidenta”, asegura en la nota de Página 12, el titular de la consultora, Luis Costa. Está claro que, al menos hasta diciembre, la pelea por el control del poder real en la Argentina, del que el monopolio mediático es su principal aliado, seguirá a través de los medios por todos los medios, aún por los “non sanctos”.
|