"El producto final que llega a la góndola es la sumatoria de todas las emisiones que ha ido teniendo en la cadena, con lo cual es un problema que nos complica la vida, particularmente en el caso del INTA nos complica mucho, pero no podemos negarnos a aborda estas problemáticas que se nos vienen encima". La sala del Museo y Archivo Histórico de la ciudad de Pergamino se vio colmada por un público ávido de conocer detalles en cuanto a este tema no tan conocido en la actualidad argentina, pero que sin duda crece en importancia desde el punto de vista ecológico, pero también ahora desde lo comercial. Así comenzó el Ciclo de Conferencias enmarcado en las celebraciones de los 100 Años de la Experimental Pergamino, fundada en 1912 y conocida popularmente como "Chacra", hoy sede del INTA Pergamino. Siguiendo la huella La huella de carbono es la medida del impacto que provocan las actividades del hombre sobre el ambiente, determinada según la cantidad de gases de efecto invernadero producida, la cual se mide en unidades de dióxido de carbono. En algunos casos se pueden incluir además emisiones vinculadas a la comercialización, transporte y procesamiento de productos o servicios. Casi todas nuestras actividades, incluso comer, dejan su huella (www.ambiente.gov.ar). Básicamente representa una medida por medio de la cual las organizaciones pueden contribuir y ser entidades socialmente responsables, pero a su vez, es un elemento más para lograr la concientización de los ciudadanos en cuanto a prácticas más amigables con el medio ambiente. (www.huellacarbono.es). Entrevista El especialista en el tema, presente en Pergamino, explicó que a partir de este tema se abren perspectivas interesantes puesto que los países que no midan la huella de carbono de productos que son clave en el mercado, en un futuro cercano se verán perjudicados. Viglizzo explicó esta situación con ejemplos de Europa donde ya existen productos en góndola con indicadores que miden cuánto carbono se ha emitido por cada unidad de producto que se vende, "con lo cual quien no lo hace queda en desventaja comercial". ¿Cómo se hace para medirlo? -Ese es el gran tema. Cuando tenemos una cadena agroindustrial, todos los eslabones de esa cadena emiten carbono, nosotros estamos acostumbrados a medir carbono en el eslabón primario en lo que el productor puede llegar a emitir, y lo hacemos bastante bien. El problema viene cuando el producto que sale, por ejemplo la soja, entra en la cadena. Es decir cuando juega el transporte, juega el procesamiento en las plantas elaboradoras de biodiesel o de aceite de soja, etc. Después cuando el transporte distribuye, cuando va a las góndolas, en cada uno de esos eslabones hay emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy esas emisiones se calculan mediante lo que llamamos análisis de ciclo de vida de un producto. -Decía usted en su charla que para INTA es todo un desafío y que no es para nada un tema sencillo, ¿el objetivo de la institución es el de investigar sobre las formas de medir la huella de carbono? -Es una buena pregunta, el tema es el desarrollo de los métodos. Porque además estos se está escapando de los sectores públicos, va a caer casi plenamente en el sector privado, las empresas que van a certificar van a ser privadas, pero nosotros como INTA tenemos que dar algunas pistas, tener una idea de cómo nos están certificando con lo cual nos vemos forzados a meternos en un tema que no nos resulta poco confortable. -Más allá de esta mirada más científica, ¿puede el consumidor final estar atento a este tema? -Así como el consumidor final hoy se fija la composición de grasas que tiene una galletita para saber si es más o menos saludable, en unos años más va a comenzar a mirar también en cuánto carbono se ha emitido para producir esa galletita. De hecho en Europa el consumidor ya se está fijando, ellos van un poco a la vanguardia junto con australianos, y norteamericanos. -¿Y qué sucede en Argentina? -Nosotros aún no lo hacemos, aunque ya hay algunos productos en nuestro país que están comenzando a certificar, tengo entendido que un gran supermercado lo está haciendo. -¿Se puede decir que toda esta situación se enmarcará en una evolución importante de la humanidad en cuanto a la búsqueda real de un mundo ambientalmente sostenible? -No sé si es una evolución, es tratar de corregir un problema que el mismo hombre ha creado, y de eso se trata de tratar de ver cómo minimizamos el impacto sobre el ambiente de nuestra producción.
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