Según se supo, los ladrones abrieron el candado que aseguraba el portón de ingreso al taller con una ganzúa. Los malvivientes, luego encontraron la llave de un auto que se encontraba en arreglo y le sustrajeron el stereo.
Paralelamente dos de ellos se dirigieron al fondo del predio donde existe otro galpón donde se guardan las herramientas.
Los intrusos se apoderaron de amoladoras, una cepilladora y lijadoras –entre otras cosas-
Cuando los cacos estaban en plena actividad el propietario del comercio identificado como Armando Mohor y que descansaba en una habitación adyacente sintió ruidos y con un grito puso en alerta a los ladrones que comenzaron su apresurada retirada.
Sin embargo y paralelamente un vecino que observó movimiento extraños en el taller llamó a la Policía Comunal.
Un patrullero que estaba de recorrida cerca donde se desarrollaba el ilícito llegó rápidamente y varios policías comenzaron a desplegarse, incluso con una bicicleta que llevaban en el patrullero (camioneta cuatro por cuatro) logrando detener a cuatro personas entre ellas un menor y recuperar la mayoría del botín.
Los ladrones actuaban trasladándose en un auto, marca Fíat 147, color verde y con vidrios polarizados.
El vehículo era dejado cerca del sitio donde ingresaban con un menor que realizaba las funciones de campana.
Los investigadores sospechan que los detenidos serían los autores de varios ingresos con fines de robo a talleres y casas de la ciudad.
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