La nueva línea de financiamiento que compromete la participación del sector bancario movilizará 15.000 millones de pesos para préstamos a la producción, con una tasa fija que no podrá superar el 155 anual y un plazo mínimo de 3 años. La posibilidad de impulsar el crédito productivo forma parte de las nuevas atribuciones contempladas en la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central. El 50% de los créditos deberá ser destinado a pymes. “No me vengan con el cuento de que nadie les va a pedir crédito. Si los bancos ponen condiciones y tasas para que no les venga a pedir nadie, eso es lo que va a pasar. El Banco Central les va a establecer las condiciones con las que tienen que lanzar los préstamos para la producción”, afirmó la mandataria. En Argentina, el crédito representa el 15% del PIB, un nivel bajo en términos históricos y regionales. Esa estrechez se combina con la concentración de los préstamos en los rubros más rentables: el consumo y el comercio exterior. Para comenzar a revertir ese escenario, los bancos deberán prestar el 5% del nivel de depósitos privados en pesos de junio. Se trata de 15 mil millones de pesos sobre un total de 300 mil millones de pesos. En esa cifra no se contabilizan las colocaciones a plazo de organismos como la Anses. La tasa de interés será fija y podrá llegar a un máximo de 15%, que surge del promedio de la tasa Badlar de junio (tasa promedio de los depósitos de más de un millón de pesos) más 400 puntos básico.
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