PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

11/07/2012
Contaminación en la Provincia

Agua que no has de beber


agua1_11072012 (30k image)
En casi la cuarta parte de la provincia de Buenos Aires -en 31 de los 134 distritos que la integran- el agua que se consume presenta índices de contaminación por arsénico superiores a los tolerados y plantea riesgos. Este tóxico, presente en la naturaleza en rocas sedimentarias y volcánicas, se incorpora en la cadena alimenticia....


(GEI) – La contaminación del agua con arsénico es un fenómeno que ocurre de manera natural y acarrea un gran riesgo para la salud. Millones de personas en el mundo consumen sin saberlo niveles nocivos de este elemento químico. En poblaciones que ingieren agua potable contaminada por este elemento se han observado patologías de la piel, pulmonares, neurológicas o vasculares, además de varios tipos de cáncer. La contaminación acuática por arsénico afecta a 137 millones de personas en más de 70 países.
El problema perturba en especial a las regiones más pobres del planeta, donde cientos de miles de personas pueden morir víctimas de cánceres de pulmón, vejiga y piel causados por el arsénico. Este tóxico, presente en la naturaleza en rocas sedimentarias y volcánicas, se incorpora en la cadena alimenticia a través de plantas y animales, lo que amplía su efecto nocivo. La provincia y la región no se encuentran exentas de esta realidad.
Buenos Aires, ¿y el agua?
En casi la cuarta parte de la Provincia -en 31 de los 134 distritos que la integran- el agua que se consume presenta índices de contaminación superiores a los tolerados y plantea riesgos.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional de La Plata, confirmó que las aguas subterráneas que se utilizan para el consumo humano en 31 localidades de la Provincia poseen altos niveles de arsénico, y que en algunos casos la presencia del contaminante alcanza los 200 ppb -partes por billón.
En este sentido, distintos organismos internacionales han regulado el contenido máximo admisible de arsénico en el agua potable. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el valor permitido es de 10 ppb, mientras que para el Código Alimentario Argentino es de 50 ppb, valor que en muchas regiones del país es altamente superado.
En efecto, la región central chaco-pampeana es una de las más contaminadas. Así, los acuíferos de importantes zonas de Córdoba, La Pampa, Santa Fe, Buenos Aires, Tucumán y Santiago del Estero presentan un importante grado de contaminación. Los distritos afectados en la provincia de Buenos Aires son: General Villegas, Florentino Ameghino, Leandro N. Alem, General Arenales, Rojas, Salto, Junín, Alberti, 9 de Julio, Baradero, Tornquist, Suipacha, Navarro, Mercedes, Bragado, San Vicente, Brandsen, Chascomús, Maipú, Tapalqué, General Alvarado, Tres Arroyos, Daireaux, General Lamadrid, Rivadavia, Pellegrini, Adolfo Alsina, Puán, Saavedra, Médanos y Carmen de Patagones.
Esas aguas provienen de lechos de origen volcánico o atraviesan sectores con un elevado contenido de ese material (vidrio y/o ceniza) o de su alteración.
Consecuencias
Se define como Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE) a la enfermedad provocada por la ingestión continua de agua con contenidos de arsénico en valores superiores a los fijados por la Organización Mundial de la Salud.
El HACRE, que afecta a las personas que viven en áreas donde la contaminación es alta y beben el agua en forma prolongada, se caracteriza por provocar alteraciones cardíacas y vasculares, alteraciones neurológicas, lesiones hepáticas y renales, repercusiones en el aparato respiratorio y lesiones cutáneas. Los trastornos característicos son el engrosamiento de palmas y plantas (queratoderma), la pigmentación aumentada del tronco y la aparición de cáncer cutáneo. También es frecuente el cáncer de pulmón y de laringe.
Si bien los efectos tóxicos del arsénico afectan a personas de todas las edades, han podido identificarse como grupos más susceptibles a:
*los niños: la dosis de arsénico será, en promedio, mayor que la de los adultos expuestos a concentraciones similares, ya que su ingesta de líquidos y alimentos es relativamente alta en comparación con su peso corporal;
*mujeres embarazadas y en lactancia: especialmente vulnerables debido a los posibles efectos adversos del arsénico sobre la reproducción y el desarrollo; *individuos con estado nutricional deficitario: pueden tener una capacidad disminuida para metabolizar el arsénico;
*individuos con enfermedades preexistentes (sobre todo renales y hepáticas): podrían ser más susceptibles a los efectos del arsénico, debido a que estos órganos son responsables de la destoxificación del arsénico en el organismo.
¿Qué se puede hacer?
Como ya se ha mencionado, la presencia de arsénico en el agua para consumo humano es una problemática que afecta a una gran cantidad de conglomerados urbanos en todo el territorio nacional. Atento a esta problemática un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata, CIC y CONICET diseñaron sistemas purificadores que permiten descontaminar agua con altos contenidos de arsénico, de manera eficiente y a bajo costo
Los equipos purificadores comenzaron a ser instalados en diferentes escuelas rurales del interior bonaerense. Dos de ellos ya funcionan con éxito en las localidades de Punta Indio y Carlos Casares, donde según las autoridades escolares se obtuvieron “excelentes resultados prácticos y útiles, inclusive para la enseñanza de nuestros alumnos”.
Los equipos purificadores de agua tienen la capacidad para eliminar altos contenidos de arsénico, logran abastecer a alrededor de 500 alumnos, ya que con una sola práctica por día pueden producirse 5 litros por persona. De esta manera, se obtiene agua pura para que los estudiantes, docentes y auxiliares puedan beber, regar plantas y llevarse a su casa para consumo familiar.
Es momento de tomar conciencia y comenzar a exigir que se cuide la salud de las poblaciones. Reclamar por un recurso vital como el agua que se bebe es un derecho de todos.


¡A tener en cuenta!
-Las napas de agua más profundas tienen menos probabilidades de estar contaminadas.
-El agua de lluvia es una alternativa viable en aquellas regiones de precipitaciones abundantes.
-Los sistemas de limpieza de tanques y redes de distribución de agua deben controlarse con frecuencia.
-La información al público empodera a la comunidad en la toma de decisiones.
-Los controles médicos periódicos y la educación para la salud son fundamentales para prevenir el arcenicismo.
-El acceso a un ambiente sano es un derecho constitucional de todos los argentinos. El Estado debe garantizarlo.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados