Los dos no tienen características para jugar en ese puesto. Y el resultado fue un retroceso lleno de errores donde Babak, Danelón y Ríos tuvieron libertad para llegar al área. La mediocridad de Visconti y Nuñez para rematar desviados cuando estaban solos frente a Vega posibilitó que River siga con vida.
El entrenador millonario decidió meter mano en la segunda mitad y los cambios le dieron resultados. Uno fue obligado por la fractura de clavícula de Carlos Sánchez. Ingresó Martín Aguirre que le dio más verticalidad, característica que tantas veces habíamos remarcado en Colón Doce.
Además Rogelio Funes Mori hizo lo propio por Cavenaghi y Ocampos por Villalba. La apertura del marcador fue cesión del delantero para que el volante en la primera pelota que tocaba autografiara la red.
Pero al igual que frente a Guillermo Brown de Puerto Madryn los fantasmas de no saber cerrar el partido sobrevolaban Nuñez. Y se volvió a repetir. Dos cabezazos y asistencia a Fredich para desatar la ira del hincha contra los jugadores y el cuerpo técnico. Cuando parecía que el partido iba rumbo a la igualdad, un zapatazo de Funes Mori hizo delirar al hincha de River.
En la historia también quedará como el partido en el que Ponzio terminó jugando con mucha sangre producto de sus hemorroides. Pero grave error cometió Carlos Maglio al permitir que continuara en el campo de juego ensangrentado. La reglamentación lo prohíbe por precaución hacia sus compañeros y rivales.
Tres puntos y punta ya que Rosario Central perdió contra Patronato. No fue una semana más en el mundo River. Una muerte (y van) otra vez pone en evidencia la violencia que se vive en el club. Y la complicidad de los dirigentes con los barrabravas. La historia parece no tener fin.
El Monumental podría ser clausurado y en la última fecha jugar sin público. Para colmo de males Daniel Pereira, volante de Patronato, próximo rival el sábado en cancha de Colón de Santa Fé, admitió que recibieron incentivación de parte de River para ganarle a Central. Si se comprueba lo declarado por el jugador tendrá que haber sanción ya que es algo prohibido en el fútbol argentino.
Volviendo a lo estrictamente futbolístico, River está a un paso de volver a primera división. A no confundir si lo logra. No será la gloria. Habrá que ver si desde el presidente para abajo el año en la B Nacional les sirvió para no volver a cometer los errores que los llevó a tener una herida que jamás será cicatrizada.
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