(GEI) –El Gobierno nacional adoptó en las últimas semanas una serie de medidas tendientes a impulsar la pesificación de la economía. La decisión apunta a "desdolarizar" la economía y tener bajo control el movimiento en el sector cambiario.
"Se viene un mundo nuevo y algunos no se dieron cuenta y siguen atados al viejo mundo", dijo la presidenta el pasado jueves al encabezar un acto en Casa de Gobierno, oportunidad en la que afirmó que su administración y los países de la región enfrentan los desafíos de un contexto internacional en cambio.
"Con nuestros defectos y errores, apostamos a un cambio de época y a una gran batalla cultural, que tenemos que dar no sólo en Argentina", sostuvo la Presidenta al poner como ejemplo lo que ocurre en los países del sudeste asiático que "empezaron a comerciar con sus propias monedas y no ya con el dólar".
"Anótenlo, es todo un datito", sugirió al expresar también que se siente "con responsabilidad junto a los otros compañeros presidentes que integramos el G-20, la UNASUR, la CELAC, de darle visibilidad a este cambio, que exige soluciones diferentes a problemas totalmente diferentes".
Opiniones
En esa misma línea se manifestó, el jefe de la bancada de Senadores del Frente para la Victoria (FpV), Miguel Angel Pichetto, sostuvo que comparte "la política que busca imponer algunas exigencias" respecto del origen de las divisas en el mercado cambiario "como las que tiene cualquier país serio, sobre el origen del dinero".
En diálogo con la prensa, Pichetto explicó que las medidas buscan "proteger los intereses nacionales, dado que la Argentina deberá responder a mediano plazo con diversos compromisos externos".
"El gobierno está cuidando los recursos con una política impulsada a que se pesifique la economía", concluyó el senador.
Por su parte, el senador nacional por el Frente para la Victoria Aníbal Fernández advirtió en una entrevista radial sobre la necesidad de preservar las divisas para "cosas que, cuanto más crece el país, más necesarias se hacen", y manifestó que "no es una buena forma de atesoramiento el ahorro en dólares".
El ex jefe de Gabinete recordó que el país no emite dólares y puntualizó que las divisas se necesitan "para atender la compra de elementos importados para la elaboración de productos en la Argentina con componentes extranjeros, para pagar deuda en moneda extranjera y atender los requerimientos de quienes la solicitan para viajar y están en condiciones de hacerlo".
"Los argentinos tenemos que empezar a pensar en pesos", insistió Fernández y resaltó que "en Brasil, el físico es de seis dólares per cápita, mientras que en la Argentina es de 1.300 dólares".
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