En concreto, un relevamiento de la cartera sanitaria bonaerense reveló que, en abril del año pasado, sólo el 17 por ciento de las parturientas ingresaban a las salas de parto acompañadas por una persona de su elección, ya sea la pareja, la madre, una amiga o amigo. En octubre, en tanto, ese porcentaje se incrementó al 39 por ciento.
Así lo informó la dirección provincial de Maternidad e Infancia en el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado, que arranca hoy y concluye el 27 de este mes. Según explicaron, este incremento que es sumamente saludable para la madre y el bebé, es el resultado de las campañas y capacitaciones que se llevan a cabo en 70 hospitales públicos de la Provincia. En ellas se forma al equipo de salud para que cumpla con la ley nacional 25.959, de Derechos de Padres e Hijos durante el Proceso de Nacimiento, promulgada en septiembre de 2004. En su artículo 2 esa norma habla del derecho de toda mujer “a estar acompañada, por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto”.
“La mujer tiene que estar con quien se sienta mejor, más tranquila y contenida emocionalmente porque está probado que esto mejora los resultados perinatales: disminuye el dolor, la necesidad de anestesia, los tiempos del trabajo de parto y la necesidad de cesáreas, y los bebés nacen con un mejor estado general”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia.
Los expertos aclaran que aunque se suele presuponer que la mejor compañía para la parturienta es el padre del bebé por nacer, el equipo de salud debe “escuchar a la mujer, que es quien pone el cuerpo al parir, y respetarla en caso de que elija estar con su madre, una hermana o una amiga en el momento crucial del nacimiento”, enfatizó Flavia Raineri, directora de Maternidad e Infancia en la Provincia.
Por otra parte, la Semana Mundial del Parto Respetado y la ley 25.959 ponen en valor el derecho de toda mujer “al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y el suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer”.
Por eso, desde el ministerio de Salud de la Provincia se trabaja para cambiar la cultura de las maternidades y erradicar prácticas que eran habituales en el parto, como la aplicación innecesaria de suero, el rasurado pélvico, los enemas previos al parto y la indicación de la clásica posición ginecológica horizontal.
“Buscamos cambiar todas esas prácticas que, durante décadas, fueron impuestas a la mujer al momento de parir, más para comodidad del equipo de salud que para beneficio de la parturienta”, explicó Ana María Bonotti, miembro de la dirección provincial de Maternidad e Infancia. (DIB)
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