El presidente del bloque de senadores de la Unión Cívica Radical, Carlos Fernández, destacó hoy el “profundo debate” que se produjo en el recinto durante la última sesión del cuerpo.
En medio de las repercusiones que tuvo la reunión parlamentaria, donde el oficialismo logró aprobar el proyecto de endeudamiento y la reforma fiscal impulsada por el departamento Ejecutivo, el referente radical de la Quinta Sección Electoral remarcó que fue “una sesión intensa por lo que estaba sucediendo afuera” con los ruralistas que ingresaron por la fuerza al predio del Palacio, pero importante por los temas que pudieron ser discutidos.
“Fue una sesión movida donde se trataron temas importantes con un profundo debate; como creo que tienen que ser las sesiones en el Senado, donde con vehemencia, cada uno defiende las ideas que sustenta, que además es el fundamento por el cual nosotros estamos sentados en esas bancas”, completó.
Sobre la reforma impositiva, que pudo tratarse en el recinto a partir de las gestiones que realizó el oficialismo contrarreloj para conseguir quórum, Fernández explicó que la bancada decidió no acompañar la propuesta de la gestión de Daniel Scioli “porque a nuestro juicio no se dieron las instancias de justicia, equidad y oportunidad que deben darse para la determinación de cualquier tipo de modificación tributaria y porque se trató también el tema de los gastos de publicidad”.
“Estábamos discutiendo un impacto de alrededor de 400 millones de pesos para este año, con un incremento del impuesto inmobiliario, pero un tercio de lo que se gasta anualmente en la provincia de Buenos Aires en publicidad, bastaría para cubrir ese impacto”, justificó el tandilense.
El jefe de la bancada opositora también se refirió al pedido de informes referido a la situación político-institucional del distrito balneario de Pinamar, donde se denunciaron irregularidades en la construcción y adjudicación de viviendas sociales, y valoró la decisión del presidente de la Cámara, Gabriel Mariotto, de dejar claro su postura respecto a la situación.
“En la sesión también tuvo un fuerte impacto, porque se estaba esperando alguna señal por parte del Senado, el pedido de informes relacionado con el tema de Pinamar, con esa verdadera red de impunidad que existe entre el poder político y el poder judicial”, apuntó el tandilense.
Según el parlamentario, el pedido de informes “ayuda a mostrar quién es quién, teniendo en cuenta que este personaje, me refiero al intendente (Blas) Altieri, se escuda sacándose fotografías con altas personalidades del gobierno provincial”.
“Así que fue una verdadera oportunidad para aclarar, por lo menos en el caso del vicegobernador, que no estaba avalando absolutamente nada del funcionamiento que estaba generando el intendente Altieri. Me lo aclaró inclusive, hasta personalmente”, precisó.
Cómo terminará el proceso abierto en Pinamar?
“No puede terminar de otra forma que no sea con la destitución. El intendente Altieri es la cabeza de una asociación ilícita, en donde el tema de las viviendas es la punta del iceberg.
Ahí se ha generado un quiste que hay que sacar, porque creo que hace mal a la sociedad y a la democracia, cuando se producen este tipo de distorsiones. Indudablemente han tenido ayuda para que esto suceda.
La realidad es que no puede ser, que se da esta cuestión inverosímil, que desde el año 2000 hasta la fecha, tuvieran que pasar doce años para que alguien se diera cuenta que en vez de 150 viviendas se habían hecho 25. Y que 2 millones de pesos, dólares de aquella época se habían evaporado. Que además se dieron con irregularidades tales que de las 25 que se hicieron, 22 estaban mal adjudicadas.
Entonces digo, me parece que es absolutamente inconcebible que sucedan este tipo de cuestiones. Esto sólo es posible si alguien hizo, como el caso de Altieri y sus cómplices, y si alguien permitió que lo hiciera. Sólo es posible de esa manera. Tiene que haber un ida y vuelta. Sino es imposible.
Yo no hice otra cosa que reflejar el estado de indignación que tienen muchos ciudadanos de Pinamar, pero también muchos ciudadanos de la provincia de Buenos Aires, que ven como no pueden acceder a una vivienda porque el estado no está en condiciones de hacer mayor cantidad de planes, y a pesar de ello, el dinero que iba a viviendas sociales se gasta para que unos pocos hagan su negocio. Sería impensable hacerlo en un país normal.
Me parece que esto tiene que ver con la postura que yo sostuve en la sesión. No estoy haciendo otra cosa que reflejar ese asombro y la indignación que resulta de cuando uno se entera de estas cuestiones”.
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