Durante el primer cuatrimestre del año la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) reforzó los controles que realiza en las fronteras con el objetivo de asegurar la transparencia en el intercambio de bienes y servicios con otros países y el comercio internacional lícito. Asimismo, se busca evitar el fraude marcario, el narcotráfico y el ingreso de elementos prohibidos y sustancias contaminantes. El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, presentó los datos de gestión correspondientes al período enero-abril 2012, y afirmó que el trabajo del Organismo se orienta hacia la “profundización de la fiscalización y el control inteligente para impedir que se cometan delitos que ponen en juego la integridad de los ciudadanos, la competitividad de los productos argentinos y el cuidado del patrimonio de la humanidad”.
Contra el narcotráfico En su lucha constante contra el narcotráfico, la AFIP realizó 113 procedimientos en los diversos pasos fronterizos del país, en los que se incautaron más de 2.280 kilogramos de drogas (entre marihuana, cocaína, hojas de coca, efedrina, pseudoefedrina y heroína) y se detuvo a 52 personas Protección del medioambiente, la seguridad y el patrimonio nacional Con el compromiso de colaborar en la protección del medioambiente, la seguridad y el ámbito científico cultural, la AFIP impidió el ingreso -y en su caso el egreso- de:
• 115 toneladas de desechos plásticos, contaminados con desechos urbanos y presencia de arácnidos de diversas especies no determinadas.
• 20,4 toneladas de neumáticos usados, contaminados con otros desechos y adherencia de tierras, con riesgos implícitos de propagación de plagas y enfermedades no autóctonas.
• 178 toneladas de lodos de depuración -de posible origen cloacal-, con potenciales contenidos microbiológicos altamente infecciosos, prohibiéndose la apertura de los contenedores y ordenándose su reembarco al país de origen.
• 32 armas de fuego de alto calibre detectadas en un embarque por la vía aérea, que fueron desviadas de las rutas autorizadas por el país exportador.
También se evitó que fueran sustraídas del patrimonio natural nacional 328 piezas de meteoritos (2.400 kilogramos de fragmentos meteoríticos originarios del yacimiento Campo del Cielo), que se encontraban en tránsito con destino a un país limítrofe, para ser luego embarcados a los Estados Unidos, donde su valor de comercialización sería de entre U$S 1.400.000 y los U$S 3.100.000.
De haberse concretado, esta operación suponía la extracción ilícita desde el territorio nacional, de un material de origen espacial cuyo ingreso a la tierra se calcula entre 4.000 a 6.000 años, revistiendo por ello gran interés científico y cultural.
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