Boca es el único puntero. El campeón tuvo actitud e inteligencia para derrotar a Colón. Beligoy expulsó a Insaurralde. Parecía que se complicaba el partido para el xeneize más aún cuando Clemente Rodríguez también vio la tarjeta roja. Falcioni mandó a la cancha a Caruzzo por Cvitanich. Silva facturó y Colón desaprovechó situaciones. Poco le importó a Boca que ganó tres puntos valiosos.
El escolta ahora es Vélez. Un conjunto regular desde hace algunos años. En la semana venció por Copa Libertadores en Colombia a Atlético Medellín. En el doméstico dio cuenta de Estudiantes en La Plata.
El saldo fue la salida de Juan Manuel Azconzábal por los malos resultados. Décimo primer entrenador que no concluye su contrato en doce fechas. Seguramente en ninguna parte del mundo sucede lo mismo pero la vorágine y necesidad de resultados hace que los dirigentes opten por la salida de los técnicos.
Newell’s resignó puntos frente a All Boys. Los dos necesitan engrosar el promedio pero están prendidos ahí arriba. Los de Martino registran ocho sin caídas. Los de Floresta suman y siguen fuera de todo.
San Lorenzo parecía hundido. Pero Caruso Lombardi tomó el mando del equipo. Y como buen capitán lo está sacando a flote. Ocho puntos sobre doce posibles. Recuperó a Giglioti que estaba en el ostracismo con Madelón. El delantero anotó cuatro goles en misma cantidad de juegos. Aún los de Boedo se encuentran en promoción pero si continúan por el mismo camino se salvarán.
Tigre no se da por vencido. Se trajo un empate de Córdoba contra Belgrano, rival duro que ya casi se aseguró su permanencia en la máxima categoría.
Una nueva jornada de fútbol se avecina. Con duelos que prometen ser interesantes. En la lucha por ser campeón o seguir en primera. Boca visitará a Atlético Rafaela. Vélez jugará el clásico de barrio ante Argentinos Juniors. Newell’s irá a Bahía Blanca. Tigre jugará otra final contra Unión. Y San Lorenzo tendrá una parada difícil en Floresta frente a All Boys.
Nada está definido. Todos los frentes están abiertos. La emoción aumenta. Porque siempre que haya una pelota girando la pasión seguirá latente
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