(GEI) – El Ministerio de Salud de la Provincia puso en marcha el primer Plan Provincial de Alimentación Saludable, que se ocupará de la prevención y asistencia de los casos de obesidad, bulimia y anorexia.
“En el país un 49,5 por ciento de la población sufre de sobrepeso y obesidad mientras que trastornos como la anorexia y la bulimia tienen una incidencia preocupante entre los adolescentes”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, al detallar los motivos de la puesta en marcha del Plan, cuyo lanzamiento se realizó en La Plata.
El mayor objetivo del Plan Provincial de Alimentación Saludable es bajar la incidencia de los Trastornos de la Conducta Alimentaria en toda la Provincia, y para eso se pondrán en marcha estrategias de prevención, sobre todo en las aulas, además de una red asistencial para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los casos en hospitales públicos bonaerenses.
“La idea es unificar criterios y crear nuevos equipos interdisciplinarios en hospitales de todas las Regiones Sanitarias”, agregó Collia durante el lanzamiento que se concretó en el marco del 11º Ciclo de Conferencias “Alimentos, Nutrición y Salud” organizado por el Departamento de Vigilancia, Información y Educación Alimentaria de la Oficina de Alimentos, a cargo de la nutricionista Mónica López.
El Plan se divide en cuatro ejes: promoción y prevención de alimentación saludable; capacitación continua de los profesionales de la salud; implementación de un modelo para la atención de los pacientes en los casos de bulimia y anorexia y obesidad; y, por último, la conformación de una Red Asistencial que abarque a toda la Provincia y articule las redes particulares de bulimia y anorexia con la de obesidad. Además contempla cirugías bariátricas, sin costo alguno para los pacientes que no cuentan con cobertura médica, como el bypass gástrico y manga gástrica, que realizarán en 3 hospitales provinciales.
Cirugías bariátricas El jefe de cirugía del Hospital Bocalandro de Tres de Febrero, Alberto Ferreres, explicó que se llaman cirugías bariátricas a las intervenciones realizadas a personas con problemas de obesidad, cuando no dan resultado los tratamientos no quirúrgicos.
En el Hospital Bocalandro comenzaron a practicar dos tipos de cirugías bariátricas: bypass gástrico y manga gástrica. Actualmente llevan 12 pacientes operados y 60 en tratamiento. Este hospital, junto a El Cruce de Florencio Varela y el San Martín de La Plata, forma parte del Plan de Alimentación Saludable, donde se realizan operaciones por obesidad.
Una cirugía bariátrica en el ámbito privado tiene un costo mínimo de 40 mil pesos. “Con este plan garantizamos a toda la población de la provincia de Buenos Aires igualdad de oportunidades para mejorar la calidad de vida”, afirmó el ministro Collia.
Sin embargo, un aspecto importante a destacar es que los pacientes pasan por varias etapas de diagnóstico, porque muchas veces no es necesario llegar a la cirugía y alcanza con un tratamiento basado en cambiar los hábitos y aumentar paulatinamente la actividad física de forma controlada.
“La idea es buscar para cada persona la alternativa válida para disminuir el peso, incluyendo la cirugía, pero antes cada paciente es evaluado en todos los aspectos médicos y psicológicos, porque es muy importante establecer que esté en condiciones de cumplir con los requisitos pos operatorios”, indicó Ferreres.
Justamente, el Plan Provincial de Alimentación Saludable se caracteriza por tener una mirada integral de los trastornos alimentarios y atenderlos desde las áreas de salud mental, nutricional y clínica médica.
Bulimia y anorexia El otro gran eje del Plan son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), que los especialistas del ministerio de Salud definen como “respuestas fallidas frente a un conflicto psíquico con manifestaciones en el cuerpo”.
Si bien no hay estadísticas locales certeras al respecto, de los datos obtenidos a partir de un estudio epidemiológico sobre una muestra de 1.591 adolescentes de todo el país se observó que un 19,2 por ciento presentaba signos de algún trastorno alimentario.
En cuanto al género y edad, este tipo de trastornos son predominantemente femeninos: se estima que por cada hombre afectado hay 4 mujeres que los padecen. La distribución por edad muestra una concentración en los 14 y 15 años, con un pico de prevalencia a los 19 años.
“Se trata de problemas difíciles de detectar porque por un lado está la negación del paciente pero en muchos casos los síntomas tampoco son reconocidos por la familia”, explicó la psicóloga Karina Botto, del Consultorio de Trastornos Nutricionales del hospital Larraín, quien recomendó a los familiares de adolescentes “consultar toda vez que observen alteraciones en relación con la comida, cambios en el vestir, con tendencia a usar prendas que disimulen el cuerpo, y la evitación de situaciones sociales”.
En este y otros casos, los especialistas destacan la importancia del acompañamiento y la concientización en cuanto a la existencia de profesionales y, enseñanzas que desde el quehacer cotidiano, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida. Mejorar los hábitos Mónica López, coordinadora del Plan de Alimentación Saludable bonaerense, señaló que el objetivo es “mejorar las conductas hábitos de alimentación de la comunidad”. Desde el año pasado, en la provincia existe una ley que exige a los restaurantes suprimir el salero en las mesas y ofrecer sales con bajo contenido en sodio. Además, “si se trata de ‘picar’ entre comidas, es preferible reemplazar los alfajores o galletitas por frutas secas, más fáciles de llevar que las frutas frescas”.
“También –agregó la especialista- fomentamos el consumo de lácteos y yogures.” ¿Descremados? “No hace falta: los alimentos enteros valen si se consumen en la medida justa.” En cuanto a los yogures que supuestamente combaten el colesterol, “puede ser que sus ácidos grasos no generen colesterol de más, pero no que lo hagan bajar. Para lograrlo hay que comer menos grasas de origen animal y hacer ejercicio”.
La coordinadora del Plan destacó el valor de los talleres de alimentación para chicos, que empezaron a hacerse en las escuelas: allí, por ejemplo, “aprenden que puede estar bueno comer una manzana, o media manzana, y no siempre un alfajor. Es más fácil cambiar hábitos en los chicos que en los adultos, y ellos lo trasmiten a sus familias”, explicó. Es hora de mejorar los hábitos y recurrir a los especialistas que puedan ayudar a la salud de todos.
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