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16/04/2012
Crónica de una semana intensa

Las cooperativas repararon el servicio eléctrico dañado por el temporal


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La tormenta que asoló la capital argentina y el conurbano fue la peor de los últimos 100 años. Con la acción de las empresas eléctricas de la economía solidaria en dos días se normalizó el servicio eléctrico de 200 manzanas en Moreno. Los trabajos de reconstrucción continuarán durante esta semana. Las mutuales y cooperativas de trabajo se sumaron a las tareas. Alicia Kirchner: “esta Argentina solidaria me emociona”...


Situaciones límites se viven durante los desastres naturales provocados por condiciones meteorológicas que no pueden anticiparse. Más si se dan en zonas de alta densidad poblacional. Las crónicas de esos momentos muestran historias de personas fuertemente afectadas y ponen a prueba las capacidades para intervenir tras el desastre.


Cambios climáticos y/o ciclos ambientales van instalando en nuestro país una situación para la que no estamos del todo preparados, fundamentalmente desde el punto de vista de la información de la población sobre qué hacer, cómo resguardarse y cómo morigerar los daños.


También durante estos episodios sale a la luz otro tipo de historias. Las de profesionales y técnicos que intervienen y las de la comunidad que utiliza su trama de solidaridades para ponerse de pie ante la desgracia. Durante el último temporal que impactó fuertemente en la capital de nuestro país y el conurbano, este tipo de historias se hizo una en el trabajo que realizó la economía solidaria. Esta crónica no es más que un sobrevuelo a lo ocurrido en los últimos 10 días. Un capítulo más dentro de una situación límite.


La peor de los últimos 100 años


La sensación térmica durante buena parte del 4 de abril fue de 30 grados en la zona centro del país y pasada las cinco de la tarde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que emitió una alerta. En esa semana se sumaban el feriado del día lunes 2, en memoria de los veteranos y caídos en Malvinas, y el de Semana Santa, pero la tranquilidad de los pocos días laborables se quebró violentamente.


Pocas horas después, la advertencia meteorológica se hizo realidad. Esa noche, ráfagas de viento de entre 90 y 150 kilómetros por hora (1) acecharon los barrios de una extensa zona que incluyó Quilmes, Florencio Varela, Berazategui, Ezeiza, Ituzaingó, Merlo, Moreno, La Matanza, la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, etc.


La tormenta también abarcó a vastas regiones de la provincia de Buenos Aires, entre ellas la ciudad capital La Plata, y a otros jurisdicciones como el sudeste de Córdoba y el sur de Entre Ríos y Santa Fe. En las provincias de Mendoza, San Juan, San Luis y Neuquén se produjo un apagón general, como consecuencia de una falla en el Sistema Interconectado Nacional.


Los efectos más graves se focalizaron en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. El temporal, a su paso, trajo agua, granizo y vientos huracanados. Arrasó árboles, carteles y techos. Anegó barrios enteros y obligó al corte transitorio de los servicios de subterráneos y dos ramales de trenes. Arrojó un saldo final de 17 muertos y más de 30 mil viviendas dañadas (unas 120.000 personas afectadas). Se coincide en que fue el peor temporal en los últimos 100 años.


Miles de árboles y postes de electricidad fueron arrancados de cuajo y arrojados entre escombros de paredes, carteles de publicidad derrumbados. árboles caídos sobre automóviles estacionados, persianas arrancadas de negocios y techos de galpones que volaron sobre la calle. Como en un juego de dominó trágico, las torres de hormigón que soportan el tendido eléctrico, al ser tumbadas, derrumbaron largas hileras de árboles.


Se trató, sin dudas, de un impactante desastre urbano, con una alta destrucción material e interrupción de servicios que potencialmente podía transformarse en una seria crisis social. En este contexto, varios grupos de vecinos llegaron a cortar calles y rutas en demanda de ayuda, también apedrearon a móviles policiales reclamando la restitución de los servicios e incluso se denunciaron saqueos, mientras que la justicia ordenó al Gobierno de la ciudad “salir” de su inacción (2).


A poco de ocurrido el fenómeno, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, su par de Planificación Federal, Julio de Vido, y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, presentaron un informe según el cual la noche de la tormenta 600 mil usuarios quedaron sin luz dado que el 30 por ciento del sistema eléctrico se cayó de golpe. Contando más de cuatro habitantes por medidor, unas 2,6 millones de personas vieron interrumpida la provisión de energía eléctrica, producto de la caída de 12 mil postes de tendido eléctrico, a lo largo de 500 kilómetros.


La convocatoria


Ante este escenario complejo Alicia Kirchner convocó, a través del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), a las cooperativas del país para que colaboraran a las tareas de normalización del servicio eléctrico, principalmente en las zonas de Moreno, Merlo, Morón, Ituzaingó, General Rodríguez y Florencio Varela.


La magnitud del desastre requería de la presencia de diversos actores en la zona del desastre. Con la coordinación de diferentes ministerios, se sumaron brigadistas de Bariloche especialistas en parques, dependientes del Ministerio de Turismo, Defensa Civil, Bomberos, Fuerzas Armadas, trabajadores, la empresa eléctrica concesionaria de la zona, profesionales haciendo revelamiento de las necesidades, etc.


La respuesta de la economía solidaria no se hizo esperar. Cooperativas y mutualistas, coordinados desde el Estado, montaron un operativo que logró dar respuesta satisfactoria.


El mismo jueves 5 de abril, autoridades del Inaes y dirigentes del sector comenzaron a coordinar tareas. Los primeros pasos consistieron en articular con las principales federaciones eléctricas la logística para el traslado de cuadrillas de operarios desde el interior del país a la zona afectada. Por otra parte, se comenzaron a conseguir elementos para atender las necesidades más urgentes: generadores, motosierras, herramientas, también alimentos y agua potable.


La carencia de energía afectaba otros servicios. Alejandro Russo, Presidente de la Federación de mutualidades de Córdoba explicó: “Hay graves problemas de suministro eléctrico, principalmente. Hay varias mutuales que están colaborando con la restitución de ese servicio. El tema es muy delicado socialmente, hay hasta un problema de seguridad en la zona. La gente no se quiere mover de sus casas, tienen problemas de luz, de agua, es complicado”.


Como respuesta rápida a esta situación, en forma conjunta la Federación Provincial de Mutualidades de Córdoba (Femucor) y la Regional Córdoba de la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad (Face) enviaron Moreno 28 generadores de energía eléctrica para suplir los cortes del servicio.


El operativo


Cooperativas eléctricas y de servicios de distintas provincias se movilizaron inmediatamente ante el requerimiento, poniendo a disposición voluntarios, vehículos, herramientas y -fundamentalmente- sus capacidades para restablecer el servicio eléctrico, trabajando en líneas de media y baja tensión.


Una cuestión fundamental del operativo, fue sin dudas la confluencia de esfuerzos de las distintas entidades del sector y de la experiencia que le aportaron al operativo (3). Al respecto, un comunicado de Cooperar (Confederación Cooperativa de la República Argentina), presidida por Ariel Guarco, sostuvo: “Independientemente de donde venga la convocatoria a participar, es una gran oportunidad para mostrar al movimiento cooperativo unido y solidario presente en aquellos lugares donde nos necesitan, por lo cual se invita a sumarse a este trabajo que en forma conjunta estamos llevando desde Cooperar, Conaice (Confederación Argentina Interfederativa de Cooperativas de Electricidad y Otros Servicios Públicos) e Inaes”.


Mientras tanto, Conaice circularizó entre sus asociados: “Hemos hablado personalmente con representantes de varias cooperativas de las zonas más cercanas al conurbano bonaerense, que podrían colaborar para paliar al menos, la difícil situación”. “También se nos solicitó como préstamo grupos generadores de energía eléctrica pequeños para instalar distribuidos en la zona que actualmente esta desabastecida. Tenemos algunos generadores de 1,5 Megas en Tandil, Azul,Olavarria y otros”.


Así, en la localidad de Moreno, uno de los lugares más afectados por la crisis meteorológica, fueron arribando en días consecutivos 12 cuadrillas de la provincia de Buenos Aires, 12 provenientes de la provincia de Santa Fe y 15 de la provincia de Córdoba.


Los testimonios de los cooperativistas muestran el “orgullo de haber sido convocados” a aportar en estos momentos. El diario Río Negro dio cuenta las palabras del presidente de la cooperativa neuquina Calf, Marcos Silva: "nos enorgullece que seamos tenido en cuenta por las autoridades nacionales, lo cual significa que todo el trabajo que venimos realizando, poco a poco va dando sus frutos".


Gustavo Molle, ingeniero y jefe técnico de la eléctrica de Zárate explicó el porqué “se acudió al llamado”: “Este es uno de nuestros principios, la solidaridad que acá estamos demostrando las diferentes cooperativas que hacemos base en el camping del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (Satsaid), en Moreno, provenientes de diversos puntos del país como Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y de la provincia de Buenos Aires”.


Las tareas que realizaron los cooperativistas arrancaba a las 7 de la mañana y culminaba a las 19 y fue desde la recolección de árboles y postes hasta su renovación, además de relevar las zonas más afectadas por el temporal. “En Moreno trabajamos en jornadas de 12 horas con operarios de línea, hidrogrúas y vehículos para realizar labores en las zonas asignadas”, explicó por su lado Daniel Mansilla, coordinador de las comisiones técnicas del Inaes.


Tras este régimen de trabajo, por ejemplo hoy Moreno cuenta con la normalización del servicio en 200 manzanas y están realizándose las tareas para hacerlo en otras 250. Asimismo, en Merlo está avanzada la instalación de las líneas de baja tensión, recolocación de postes y arreglos domiciliarios, para restablecer el servicio en las 64 manzanas que Edenor asignó a las cooperativas recuperen la energía eléctrica y el agua.


Estas tareas se encararon junto los vecinos de las zonas afectadas, los que reconocieron la labor. “Las cooperativas una vez más están mostrando su solidaridad y dejan en claro para qué están. Nosotros entendemos al barrio y sus necesidades, y hoy todos están entendiendo que las cooperativistas son vecinos que ayudan a los damnificados. 'Somos la gente', mientras las empresas privadas son otra cosa”. “Estamos trabajando con el barrio, codo a codo para solucionar la problemática", reflexionó Nicolás Ambrosius presidente de la Cooperativa eléctrica Celta de Tres Arroyos.


En este mismo sentido se expresó Luis Castillo, presidente de Fecescor (Federación de Cooperativas Eléctricas y de Obras y Servicios Públicos de la Provincia de Córdoba) y oriundo de la localidad de Oncativo: “Muchos vecinos reaccionaban contra los trabajadores de nuestras cuadrillas porque nos identificaban con la empresa concesionaria, luego comprendían que estábamos allí por solidaridad. Pudimos constatar que en muchos casos las redes destruidas estaban mal planificadas y pudimos introducir mejoras. También vimos, contra lo que podía indicar nuestro sentido común, que los equipos y herramientas que llevamos al teatro de operaciones es más moderno que los existentes”.


Mientras el sistema eléctrico comenzaba a recuperarse, Coopic (Cooperativa de vivienda, urbanización y Consumo) de Ituzaingó, a través de Fedecap, (Federación de Cooperativas de Agua Potable), proveyó el servicio de agua potable en la zona del operativo.


Patricio Griffin, presidente de Inaes, explicó en declaraciones radiales la complejidad del desafío: “Al poco tiempo conocerse la magnitud el desastre, las cooperativas ya estaban trabajando a pesar de las dificultades operativas. Por su proximidad, la cooperativa de Zárate puso inmediatamente 12 equipos a trabajar. Los árboles caídos, las torres de hormigón, las casas derrumbadas, etc, dificultaron el propio acceso de las cuadrillas”. “El operativo implica un operativo conjunto y un esfuerzo entre cooperativas de servicios, de trabajo y de mutuales, para poder por un lado despejar la zona y por otra parte reinstalar los servicios, también para adquirir herramientas necesarias”.


Griffin también proporcionó una explicación para entender porqué las cooperativas pudieron intervenir eficazmente: “Están mas capacitadas y cualificadas para atender este tipo de urgencias, porque las grandes empresas tienen estos servicios tercerizados y en medio de la Semana Santa ni siquiera pudieron ubicar a los proveedores. También hay mutuales como la de bomberos de La Boca, o cooperativas de agua que intervinieron. Todo el sector articulado con el movimiento obrero (Luz y y Fuerza convocó a sus trabajadores) demostró una vez más su capacidad”.


La labor del cooperativismo de trabajo


El cooperativismo de trabajo también puso su esfuerzo para paliar la situación: un centenar de trabajadores cooperativos de las federaciones de Florencio Varela (Fecotraun-FV) y Ensenada (Federart), realizó trabajos de limpieza y mantenimiento en Florencio Varela, ya que muchas calles se encontraban obstaculizadas por árboles caídos, que también dañaron el tendido eléctrico.


Según Christian Miño, presidente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) y de Fecotraun, se puso a disposición una cuadrilla de 30 personas en Florencio Varela, y “una cuadrilla de 20 personas estará haciendo trabajos de limpieza, cortando los árboles caídos, y levantando postes de luz en el partido de Morón”, afirmó.


Por su parte, Humberto Lopreto, encargado de la cuadrilla que trabajó en la plaza Malvinas de Haedo, manifestó que “vinimos con los compañeros que ya tienen la experiencia en cortar árboles y hacer el desmalezamiento del predio de Ezeiza y de otras cooperativas. En total somos 100 personas y trajimos 50 motosierras, porque es impresionante la cantidad de árboles y ramas caídos en las plazas y en todas las calles”.


Al operativo también se le se sumaron treinta cooperativistas de trabajo provenientes de Concordia, Entre Ríos, de la Federación Fecooper, y de la cooperativa Püporé, integrantes de Facta (Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados).


Reconocimiento


La tarea solidaria no solo tuvo el reconocimiento de los vecinos y el reflejo en la prensa. El pasado miércoles Alicia Kirchner, acompañada por el Presidente del Inaes, Patricio Griffin, y por el Coordinador del Consejo Federal y Regionales del mismo organismo, Andrés La Blunda Fontana, arribaron al camping del Satsaid.


La ministra saludó a los más de 100 cooperativistas de todo el país alojados en el predio, agradeciendo su colaboración y solidaridad con los habitantes de las localidades afectadas, “esta Argentina solidaria me emociona” manifestó.


“Quiero agradecerle a cada una de las cooperativas que se acercaron de distintas regiones de la provincia, y desde otras provincias, para solidarizarse con los vecinos damnificados. Y también les hago llegar el saludo de nuestra presidenta que está orgullosa del compromiso de los compañeros cooperativistas”, sostuvo la ministra.


“Las cooperativas suelen ser noticia cuando aparece alguna cooperativa fraudulenta, pero no cuando vienen, trabajan con el espíritu solidario, el compromiso y la convicción que vemos aquí”, afirmó la ministra reconociendo el trabajo del Inaes en la coordinación general de este operativo y al Satsaid por brindar alojamiento a los cooperativistas. Los resultados que brinda el trabajo cooperativo y la acción solidaria de todas las personas que se acercaron desde distintas partes del país para contribuir en la mejora de la calidad de vida de los habitantes de estas zonas, “llegaron a los oídos de la presidenta, que esta sumamente reconfortada con todo el trabajo que se esta haciendo”, informó la ministra.


Por otra parte, el jueves por la noche durante la cena, luego de una ardua jornada laboral, los cooperativistas recibieron una sorpresiva visita en el camping: El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, se acercó personalmente para agradecer por el gran esfuerzo realizado. “No saben cuánto le agradecen los vecinos, porque sino estarían días y días sin luz, y eso trae miedo, trae robo… por eso quiero felicitarlos y pedirles que no bajen los brazos”, enfatizó Boudou.



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