El caso de Víctor Feletto, no es un hecho aislado y la víctima del “bullyng” puede ser insultada, intimidada, golpeada y hasta humillada de modo constante, por uno o varios compañeros que se sienten superiores. Las víctimas no siempre reaccionan del mismo modo, pero el suicidio o la agresión mortal contra su victimario, generalmente son el detonante. Al respecto, Adrián Dall’Ástra, de la Fundación Proyecto Padres, advirtió a los padres y los docentes que presten atención a los síntomas que dan los chicos. En el caso del chico de Temperley se negaba a ir a clases de educación física donde lo hostigaban por su aspecto físico. Dall’Astra, advirtió que si bien es “excepcional” que un chico llegue al suicidio, señaló que es frecuente “el acoso entre pares”.
Además, indicó que la Fundación Proyecto Padres brinda asesoramiento gratuito y recomendó: “Tenemos que pedir ayuda, nuestra debilidad compartida nos hace mucho más fuertes”. La licenciada en psicología de la Universidad del Salvador Alejandra Libenson -autora del libro “Criando hijos, creando personas”, señaló que el origen de tanta violencia tiene dos raíces: la formación de la personalidad (la historia del niño) y la autoridad de los docentes. “Estos chicos fueron construyendo su personalidad en base a su familia. Las cosas que repiten en el aula son cosas que seguramente vivieron pasiva o activamente en su casa. Un chico que comete semejante acto de abuso sobre otra persona es probable que lo haya padecido sobre él”. Pero la responsabilidad no es sólo de los chicos y sus familias sino también de los docentes: “Muchos maestros no tienen la capacidad para hacerse cargo de un grupo y no siempre están protegidos por la institución”, afirmó la especialista. Dall´Asta adjudicó este fenómeno de la violencia escolar a una copia de la sociedad ya que los “chicos son un espejo de los adultos”.
El acoso escolar
El acoso escolar directo como el golpe o la burla es la forma más común entre los niños y el acoso indirecto o agresión social: suele ser más común entre las niñas, a partir de los 10 u 11 años, al entrar en la preadolescencia. Estas agresiones son en su mayoría de carácter psicológico, en forma de insultos, amenazas verbales, desprecios, ridiculizaciones, exclusión y pueden ir acompañadas de violencia física: patadas, golpes. Entre los grupos con mayor índice de acoso los más “buleados” son los chicos con sobrepeso (tienen cinco veces más riesgo que alguien con peso normal), con anteojos, los chicos con anormalidades físicas, los bajitos (tienen el doble de riesgo de alguien con estatura promedio) y en términos generales cualquier chico que no tiene capacidad de reacción para decir basta o para renunciar. Iniciativas El presidente del bloque de diputados bonaerense de la Coalición Cívica-ARI, Walter Martello, presentó en la Cámara baja una serie de proyectos para intentar evitar casos de violencia escolar, como así también erradicar de los establecimientos educativos distintos casos de persecuciones entre los alumnos, tanto físicos como psicológicos. Según explicó el legislador, una de sus propuestas avanza en la realización de una Encuesta Anual sobre Violencia Escolar en los establecimientos educativos públicos y privados de la Provincia. Por medio del relevamiento se busca conocer el nivel de incidencia de la violencia escolar para elaborar un mapa que permita planificar políticas que modifiquen las conductas agresivas entre los alumnos. De aprobarse la iniciativa mencionada, la encuesta será llevada a cabo cada doce meses por la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, mediante el organismo que designe para su instrumentación, quien tendrá la responsabilidad operativa de la misma, desde la presentación anual del proyecto de encuesta hasta su publicación. Cifras preocupantes -1 de cada 3 adolescentes de Argentina entre 12 y 16 años se ve involucrado –como agresor o como víctima- en situaciones de abuso.
-En Estados Unidos, el 40% de los niños y adolescentes estuvo vinculado a casos de bullying (como agresores o agredidos, o ambas cosas).
-En España, lo padece un 25% y es más frecuente entre los niños de primaria. Y un 16% de los encuestados reconoce haber acosado a compañeros.
-Afecta a niños de ambos sexos, aunque es algo más frecuente entre niños varones (27 % frente a 21%).
-En el Reino Unido se calcula que anualmente un mínimo de 16 niños asediados por compañeros eligen suicidarse. (DIB)
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