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05/04/2012
Informe Especial

Consumistas y...¿vulnerables?


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Mientras impulsados por la política económica los índices de consumo en el país se mantienen en ascenso, los organismos de defensa del consumidor sostienen que los argentinos no tienen aún la educación suficiente sobre los derechos que los protegen. Se Compra mucho, pero se sabe poco....


Llueven las promociones, los planes de pago y la oferta que vuelven casi todo en alcanzable. Los argentinos consumimos mucho desde hace más de una década, y cada vez más. Alimentos, indumentaria, tecnología, electrodomésticos, celulares, espectáculos, gastronomía, turismo y por supuesto servicios.


Mientras en el país los índices del nivel de consumo siguen en ascenso, una nueva conmemoración (15 de marzo) del Día Mundial de los Derechos del Consumidor, amerita a formular la pregunta: ¿hay una cultura e información para ser consumidores racionales y además hacer valer los derechos?


Derechos
Desde las organizaciones de Defensa al Consumidor y las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC) coinciden en que aún falta educación para el consumo, aunque destacan el rol que poco a poco fue asumiendo el Estado en la promulgación de leyes que regulan el intercambio entre clientes y empresas.

Sobrestimulados y embriagados por el deseo de nuevas adquisiciones, pero no conscientes del todo de lo que se puede exigir, entonces, los consumidores son presa de la desinformación que los vuelve “vulnerables”.


“Si bien desde 1993 con la Ley de Defensa al Consumidor (24.240) hemos avanzado mucho en la concientización, todavía no alcanza”, opinó ante Info Región Pedro Bussetti, presidente de la Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO.


Consumo
Tal vez el recuerdo de la opresiva crisis de 2001 ayude a que en la actualidad, el disfrute del acto de comprar un producto o contratar un servicio sea aún mayor.


Los estudios de las consultoras privadas coinciden en que hoy el argentino gasta mucho más de lo que guarda, y esa afirmación puede tomar peso con algunas estadísticas: según datos que difundió la Consultora W, en algunos rubros el aumento del consumo fue desorbitante: entre 2002 y 2011, la venta de automóviles subió un 787%, la de electrodomésticos un 740%, el turismo al exterior un 77%, la venta de alimentos, bebidas y artículos de limpieza un 67% y la de inmuebles un 61%.


“El argentino es hoy por hoy más consumidor que ahorrista. Esto en parte tiene que ver con la historia: hemos atravesado un ‘corralito’, perdimos depósitos, y por otro lado hoy los bienes más importantes son inalcanzables. Esto se traduce en el consumo de bienes más accesibles”, explicó Claudio Rodríguez, integrante de la Asociación Argentina de Marketing (AAM) y gerente general de la consultora Cicmas.


Cultura
Ante esto, la conmemoración del Día Mundial de los Derechos del Consumidor invita a analizar cuáles son las herramientas que el ciudadano tiene para ejercer sin riesgos su rol de consumidor.


En Argentina, se sancionó el 13 de octubre de 1993 la Ley de Defensa al Consumidor; en 1994, se contemplaron estos derechos en la última reforma constitucional; en 1999, en tanto, se promulgó la Ley de tarjetas de Crédito (25.065); y antes existía ya la Ley de Lealtad Comercial (22.802) y la de Metrología (19.511).


En lo sucesivo, también se dictaron varias resoluciones con el objetivo de proteger a los consumidores de los eventuales abusos o engaños. Sin embargo, desde las asociaciones civiles, recalcan que hay aún muchos que los desconocen, hecho que facilita eventuales abusos de las empresas.

“La mejora del consumo no ha significado una evolución muy fuerte en el conocimiento de los derechos que tenemos como consumidores. Por otra parte, no hay en muchos casos una solución para las violaciones que se cometen contra esos derechos”, señaló el titular de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Usuarios y Consumidores (ADDUC), Osvaldo Bassano.


Con esto coincidió Bussetti, que destacó la necesidad no sólo de que se conozcan las normas, sino además de que el Estado las haga respetar. “En este sentido, el factor educativo es muy importante. Así como enseñamos sobre el cuidado al Medio Ambiente, deberíamos educar desde la infancia sobre los derechos que tenemos como consumidores”, agregó.


Necesidades
Pese al camino que falta por recorrer, en Argentina comenzó a conformarse una estructura para la orientación y defensa del consumidor. A nivel estatal funciona la subsecretaría de Defensa del Consumidor, dependiente de la secretaría de Comercio; en la provincia de Buenos Aires existe también el Departamento de Orientación al Consumidor. En territorio bonaerense, además, funcionan 95 Oficinas Municipales de Información al Consumidor.

Aún así, el sistema de contención debería extenderse, también en el ámbito de la sociedad civil: son 118 las asociaciones y sedes abocadas a la temática registradas en el país, de las cuales 72 están en Capital Federal y el resto de la provincia de Buenos Aires.


“Lamentablemente, aún no hemos podido lograr un movimiento consistente y multitudinario de consumidores que nos permita jugar el rol de discusión que tenemos que jugar. Las organizaciones tenemos todavía objetivos para alcanzar”, finalizó Bussetti.


Consumidores con Derechos

Lo derechos de los consumidores son irrevocables; no se puede renunciar previamente. Entre ellos se destaca:


*Protección contra los riesgos que puedan afectar la salud o seguridad.
*La publicidad no puede ser falsa o engañosa.
*Los concursos y sorteos disponen de una regulación específica.
*La redacción de la oferta ha de ser concreta, clara y sencilla.
*Se ha de entregar recibo (salvo que el cliente no quiera)


*Los bienes de naturaleza duradera deben ofrecer una garantía (6 meses que incluye reparación gratuita y/o sustitución del objeto o devolución del precio pagado), y un Servicio Técnico posventa (debe tener piezas de repuesto durante 5 años después de la finalización de la producción).
*Indemnización o reparación de los daños y perjuicios sufridos.
*La información sobre los productos, bienes o servicios tiene que ser veraz, eficaz y suficiente para que el consumidor conozca las características básicas.
*Todos los consumidores deben ser tratados en términos de igualdad


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