La Presidenta de la Nación, mediante el decreto N° 191/2011, dispuso la creación de una Comisión constituida por los doctores Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Aída Kemelmajer de Carlucci para unificación de los Códigos Civil y Comercial.
La unificación traerá aparejada la simplificación de conceptos que hoy aparecen duplicados en sendos códigos, lo cual exige la reformulación de distintos institutos del derecho. Esta unificación y la actualización de la legislación nacional en materia de derecho privado busca además la armonización de los aspectos fundamentales con los procesos de integración y las codificaciones de la región.
La Presidenta de la Nación sostuvo que para afirmar la necesidad de sancionar un nuevo código civil, “bastaría con decir que el que tenemos fue sancionado en el siglo XIX y estamos en el siglo XXI”. Recordó que en siete ocasiones anteriores se fracasó en la sanción de un nuevo código.
Los cambios En relación a las modificaciones sustanciales, puede mencionarse la incorporación de las técnicas de reproducción humana asistida como una de las fuentes de filiación junto con la concepción y la adopción, la ampliación de derechos de los menores, el reconocimiento y regulación de las uniones convivenciales, entre otras.
Asimismo, y en concordancia con las reformas introducidas a la Constitución Nacional en 1994, se incorpora el reconocimiento a la propiedad comunitaria indígena, los derechos de incidencia colectiva y los derechos de igual categoría que pueden ser ejercidos mediante la acción colectiva. También un tratamiento novedoso del régimen de la prescripción adquisitiva y la incorporación definitiva de los derechos de protección al consumidor.
En este sentido, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti sostuvo que la reforma de los códigos civil y comercial son “un trabajo que va a mejorar la calidad de vida de los argentinos”. Señaló que en su elaboración se consultó a más de cien juristas y “se ha dado participación a todos los sectores que representan la doctrina jurídica argentina”.
Lorenzetti sostuvo que se ha “pensado en un código volcado al pueblo. Por eso hemos evitado los artículos oscuros o las discusiones abstractas”. Esa es la función de la ley: ayudar a los argentinos a que la ley los ayude a concretar sus deseos, pero no sea un obstáculo cuando no debe serlo, señaló.
Por último, afirmó que “este no es un proyecto de un jurista, ni siquiera de tres, es un proyecto de una generación de juristas, que han trabajado durante 30 años”.
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