De acuerdo a datos de la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires, en el mes pasado se recibieron 464 llamados telefónicos: 275 fueron para pedir asesoramiento o información sobre el Sistema de Promoción y Protección de Derechos de los niños, mientras que los restantes 189 fueron para realizar denuncias por vulneración de derechos que involucraron a 319 niños, niñas o adolescentes.
El informe detalla que, de esos 189 llamados, casi el 50 por ciento, es decir 92 comunicaciones fueron originados por situaciones de maltrato, ya sea físico, emocional o psicológico, o por violencia familiar vivenciada por niños, niñas y adolescentes.
La Línea 102 brinda respuesta gratuita las 24 horas y los 365 días del año en temas relacionados con la promoción y protección de los Derechos de los niños. Además, tiene la posibilidad, si la cuestión lo requiere, de derivar cada caso al dispositivo correspondiente tanto del Sistema de Promoción y Protección de Derechos como de otros efectores del Estado.
En este sentido, el secretario de Niñez y Adolescencia, Pablo Navarro aseguró que "en el caso del maltrato infantil, la intervención del Estado va más allá de las medidas de protección, sino que también trabaja en un largo proceso sobre las consecuencias que estas situaciones pueden generar en el desarrollo de los niños".
"El maltrato sufrido por niños y niñas no solo provoca consecuencias en el corto plazo sino que también puede generar efectos en su futura vida adulta. Sin intervención temprana y adecuada, ese sufrimiento padecido impactará en el desarrollo de la salud física, psicológica y social de la persona", agregó el funcionario.
Susana Garaña Morales, psicóloga del equipo que coordina la Línea 102, asegura que "al tomar conocimiento de una posible situación de maltrato infantil, se reúnen todos los datos posibles sobre el niño, niña o adolescente y se comunica los datos al Servicio Zonal de Promoción y Protección de Derechos correspondiente, para que puedan intervenir, comprobar la veracidad de la llamada y supervisar el estado de esa situación".
Además la profesional agrega que "cada operador sigue un protocolo de acción que permite recolectar datos que faciliten la identificación de niños y niñas para su protección. A su vez, en casos de posible maltrato físico, se articula con el Programa de Atención de Violencia Familiar que se desarrolla en hospitales públicos para garantizar la atención integral de los chicos". (DIB)
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