Una banda narco que operaba en el norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe fue desarticulada tras varios procedimientos realizados en Colón y en las localidades santafesinas de Rosario, Rufino y Wheelwright. Como resultado de veinticuatro allanamientos llevados a cabo por personal de la delegación Drogas Ilícitas de Pergamino, la policía detuvo a ocho personas que integraban esta banda criminal que actuaba en ambas provincias, donde distribuían la droga. Según contaron las fuentes, cada uno de los sujetos apresados tenía una tarea dentro de la organización: "cumplían los roles de proveedor, distribuidor y vendedor de drogas", indicaron. La droga era retirada en Rosario, de buena calidad, se traía con diversas "Mulas" a Colón donde era distribuida en los dealers. Una vez obtenidas las pruebas suficientes, los investigadores, con la colaboración de las Delegaciones de Drogas Ilícitas San Nicolás, Junín, Canes Antidrogas y efectivos de la Jefatura Departamental Pergamino y Gendarmería Nacional, desarrollaron un gran despliegue, que finalizó con el desman- telamiento de la banda. Durante los allanamientos los uniformados lograron incautar medio kilo de cocaína, varias dosis de marihuana y 18 mil pesos en efectivo. Los detenidos fueron distribuidos en Comisarías de Rojas, Arrecifes y Salto. El Juez de Garantías, Carlos Ayestarán, al cierre de nuestra edición no se había expedido sobre el estado judicial de los aprehendidos. Se espera que a la mayoría de ellos se les dicte prisión preventiva.
En cabaret Oasis
En el cabaret que está sobre la Ruta Nacional Nº 8, entre Colón y Wheelwright, realizó el procedimiento judicial el auxiliar de Justicia Adrián Ródriguez. En el sitio de nombre de fantasía "Oasis" el agente judicial, con efectivos de Gendarmería Nacional con el exhorto judicial emanado del Juzgado Federal de Rosario fueron a detener a Ariel García. El colonense se habría encontrado descansando y no opuso resistencia. ( el viviría en ese lugar) Una fuente indicó que ál momento del allanamiento había trabajando doce mujeres, y que se encontraban según normativas vigentes en la provincia de Santa Fe. Por último, en el lugar la Justicia secuestró un arma de fuego y cocaína. El último arresto de García Como se recordará en julio de 2007, la Policía antinarcótico al mando de Horacio Oldani, secretario del Fiscal Dr. Juan Andrés Gracia, realizaron dos allanamientos en un casa del barrio Barracas y una casaquinta cercana al barrio "Sol de Mayo" y secuestraron bagullos de marihuana listos para comercializar y un arma de fuego por tenencia ilegal. Los procedimientos se hicieron en una quinta, ubicada camino a la Escuela Nº 14. En la edificación las fuerzas del orden detuvieron a una persona que tenía pedido de captura desde hacia dos meses, emanada del Juzgado de Garantías Nº 1 de Pergamino y que resultó ser Juan José Ríos alias el Puntano o el Herniado. En tanto en la casa allanada de calle 42 entre 23 y 25, donde vivía Ariel García se halló un arma de fuego, y la causa judicial recayó en lo del Fiscal Guillermo Villalba.
Larga historia de García
En la década de los ochenta Ariel García, junto a Jorge Rivas, Alejandro Caffese y Juan Roldán fueron acusados del secuestro de Jorge Negrini y la de Fernando Massaro en Monte Maíz Córdoba. El colonense Rivas ( ya fallecido) negó la participación en aquella ocasión señalando: "fue una invención del comisario Raúl Romero por una "venganza personal". Sin embargo, el comisario Carlos Cavallo, acusa a la banda con dos integrantes de Colón y dos de Pergamino, de haber realizado en su accionar delictual de 100 delitos de piratería del asfalto, cincuenta asaltos a bancos y seis secuestros extorsivos y diez homicidios. Los números parecerían bastante "inflados" Rivas los desmintió y señaló "hay una cosa notable: la única causa que tenemos en común es la de Díaz Franco. No existe en ningún juzgado del país una causa que relacione a García, Roldán y Rivas".
El secuestro de Díaz Franco
El comisario, Angel Roberto Salguero , tenía 43 años y cumplía funciones en la Comisaría 1º de San Justo. En febrero de l996 había llegado a sus manos un anónimo de cinco carillas escrito a mano y con letras diminutas. La misiva descubría la trama del secuestro de José Ricardo Díaz Franco. El policía se trasladó a nuestra ciudad acompañado por el subcomisario, Juan Carlos Reynoso. Los investigadores durante 10 días realizaron un prolijo trabajo de inteligencia que incluía: fotos en primeros planos de personas sospechadas, grabaciones y seguimientos. Angel Salguero además obtuvo una información "confidencial" y se trasladó al osario del Cementerio Municipal, donde fueron vanos los esfuerzos por encontrar indicios sobre los huesos (una mandibula de Díaz Franco). El osario había sido trasladado de lugar y el antiguo cerrado. También revisó la tumba de una persona no identificada que había sido inhumada tiempo atrás y que podría a ver sido el empresario rosarino raptado. Todo fue inútil. Los huesos nunca fueron hallados salvo los encontrados en el arroyo de Pearsón.
La Historia siniestra
El empleado rural, Orlando Ismaél Torres, observó los huesos en el lecho seco del arroyo de Pearsón, luego avisó al cabo Alfredo Brausteinir. El policía los depósito en una caja de cartón (había una mandíbula inferior humana con las piezas dentarias) y lo trasladó a la comisaría, donde supuestamente los recibió el comisario Leone. (el mismo que años después y "bajo extrañas" circunstancias se le escapará de la comisaría el mismo Jorge Rivas). El destino posterior de los huesos es difícil de "perforar". Por el extravió de tan importante prueba judicial, se abrió una causa y debieron declarar casi dos decenas de policías.
Este periodista, leyó la mayoría de las declaraciones y algunos se contraponen. En primer lugar, el Comisario Leone, habría remitido los huesos encontrados al Hospital Municipal y alli un médico que realizaba guardia habría dicho "que se trataba de un animal carnívoro que habitaba la zona". (SIC). Ante estas "pericias", el policía le resto importancia a las piezas óseas
Con respecto al destino de los huesos que podrían develar el gran misterio de quién fue la persona arrojada al arroyo de Pearsón, existe varias versiones.
La primera dice que la mandíbula y un humero fueron destruido y arrojados a la vera de la Ruta 8 entre Colón y Pergamino. La segunda que los huesos fueron depositados en el basural municipal y la tercera - la que abre una gran esperanza- que fueron enterrados en un Jardín.
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