(GEI) –Las clases en las cárceles fueron inauguradas por los ministros de Educación, Alberto Sileoni, y de Justicia y Seguridad, Julio Alak, en la Unidad 1 del Complejo Penitenciario de Ezeiza, en donde se puso en marcha el ciclo lectivo en los tres niveles de enseñanza.
Isabel Giacchino de Ribet, coordinadora Nacional de la Modalidad Educación en contextos de encierro, dijo que "son cada vez más los internos que se interesan por estudiar, por lo que desde el Ministerio de Educación se logró que en cada escuela carcelaria haya una biblioteca y se trabaja para que también tengan los espacios adecuados a una escuela".
Existen 180 unidades penitenciarias federales y en cada una de ellas hay escuelas de nivel primario, secundario y terciario.
"A partir del año pasado, con la sanción de una ley específica para educación en contextos de encierro, se tomó a esta modalidad como un derecho que tienen los presos, el derecho a estudiar", explicó Ribet.
Beneficios Sostuvo además que "es notable como cambia un interno cuando se decide a dedicar su tiempo a estudiar, ya que se vuelve una persona menos agresiva y violenta" y destacó que de acuerdo a un reciente estudio "la educación en las cárceles reducen en más del 50% la reincidencia".
Hasta la sanción de la ley de educación nacional, en el año 2006, la única opción de estudio para los internos era la escuela primaria. A partir de esa norma se incorporó la escuela secundaria y formación para el trabajo, mientras que también existen ofertas de educación superior.
Ribet explicó que una nueva modalidad que se ofrece en paralelo a la primaria y secundaria es la de "formación para el trabajo", la cual "es una apuesta para el futuro del interno una vez que salga en libertad".
Educación de calidad Puntualizó que al interno "se le ofrece una capacitación superior de nivel técnico, complementaria a ofertas de estudios superiores que dan diversas universidades como la UBA".
Uno de los propósitos del programa es lograr que los internos que se deciden a estudiar tengan la misma educación de calidad que los que no están encerrados y para ello "se los incluyó no sólo en el programa Conectar Igualdad, por el cual reciben una netbook, sino también que existe un post título especial para los docentes que enseñan en esta modalidad", explicó Ribet.
"No basta con dar educación en las cárceles sino que la misma sea de calidad y con dignidad, porque el hecho de que un individuo esté preso no significa que se le reduzcan los derechos sociales", aseguró la coordinadora del área de la cartera educativa.
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