PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

10/03/2012
Desarrollo logrado por el Conicet

Presentan una nueva semilla de soja resistente


soja_conicet (58k image)
Se estima que la Argentina podría recibir en concepto de regalías por patentes hasta 2.500 millones de dólares, por la comercialización en el mundo, a partir de 2015, de una nueva variedad de semillas de soja, maíz y trigo desarrolladas en el país....


(GEI) – Un grupo del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, liderado por la doctora Raquel Chan, generó plantas de soja, maíz y trigo que no sólo son resistentes a la sequía y la salinidad, sino que además son entre un 20 y un 30% más productivas, insertándoles un gen (el HAHB-4) descubierto en el girasol.


El desarrollo fue patentado por el Conicet y la Universidad del Litoral, y la empresa Bioceres obtuvo la licencia de su uso y explotación por 20 años. Es decir, que los organismos estatales recibirán regalías por cada semilla vendida una vez que empiece a comercializarse, alrededor de 2014, cuando se hayan concluido los trámites regulatorios.


“Dado el volumen que tiene la producción de estos tres cultivos, cualquier variación implica miles de millones de dólares de ingresos”, dijo el ministro de Ciencia, Lino Barañao, durante la presentación. Según las estimaciones, de mantenerse los valores de la cosecha 2010/2011 y calculando una mejora del 20% en el rendimiento y un 5% de aumento de la superficie cultivable, los beneficios económicos podrían rondar los 10.000 millones de dólares.


Pruebas
Este logro alcanza una relevancia inusual si se tiene en cuenta que, de acuerdo con lo publicado en la literatura científica, no existe otro gen de resistencia a la sequía que haya conferido también un aumento de productividad.


Tras cuatro años de pruebas a campo, la mejora en los rindes oscila entre el 10% y el 100% dependiendo del tipo de cultivo, la calidad y el lugar donde se plante, tanto como de los factores climáticos. “En general, los mayores aumentos se dan en condiciones de sequía extrema -dijo Chan-, pero como todavía no los replicamos, preferimos ser cautos y calcular aumentos de entre un 20 y un 30%.”


Según explicaron Chan y el doctor Alejandro Mentaberry, biotecnólogo vegetal, para realizar la modificación genética se aisló el gen de interés más las regiones reguladoras, y se insertó ese segmento de ADN en el genoma de las plantas de soja, maíz y trigo mediante distintas tecnologías. “Lo que nos resultó más efectivo fue utilizar una bacteria como vector”, contó la investigadora.


“La planta está sometida a distintos tipos de estrés -explicó Mentaberry-. Este gen lo que hace es desacoplar el programa de acumulación en la semilla de las condiciones hídricas. Por más que haya estrés, no «acusa recibo» y sigue llenando el grano.”


Más allá de los beneficios evidentes, la importancia de este logro se acrecienta si se tiene en cuenta que esta tecnología permitirá desarrollar una batería de variedades vegetales aptas para enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados