En la mesa de tute y través de su amigo "El carpincho" se enteró que su patrón se había comprado un Mercedes Benz, andaba dilapidando el dinero con mujeres en hoteles de lujo, daba canilla libre en los cabarutes de moda y aunque llevaba la libreta negra prolija en sus números, metía mano en los ladrillos de la construcción que le encargaban y de este modo "pelechaba de norte a sur".
Ahí nomás el "Gaucho matero" se declaró en huelga general y pidió un 200 por ciento de aumento en su jornal libre de polvo y paja y le grito a la Eulalia "Si estos están de fiesta no me dejen afuera" y agregó " si encontraron el negocio de su vida, empiecen a vender algunas acciones, recuerden lo que dijo el Gran Jefe ¡Todo pasa!.
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