PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

29/02/2012
Informe especial

Turismo Rural


campo_rural1-290212 (56k image)
Ideal para una escapada de fin de semana, las estancias bonaerenses invitan a disfrutar de la naturaleza y de la cultura rural. Son más de 250 estancias que están distribuidos por toda la provincia de Buenos Aires. Desde modestos caserones hasta lujosos e imponentes cascos históricos todos ofrecen naturaleza, descanso y diversión....


Un camino de tierra, el pasto inundado de insectos, los perros durmiendo la siesta de media mañana al sol, un caballo ensillado y sin montar, el chirrido de unas brasas y el olor de la carne asándose, pueden ser algunas de las instantáneas que se lleve el viajante luego de un día de campo en alguna de las estancias que se presentan como nueva alternativa turística.


Son más de 250 cascos de estancias que están distribuidos por toda la provincia de Buenos Aires. Desde modestos caserones hasta lujosos e imponentes cascos históricos rodeados de parques conforman esta alternativa cada vez más demandada, ya sea para disfrutar de un día de campo como para estadías más prolongadas, donde el desconectarse y alcanzar el tan ansiado relax se presentan como opciones viables. El contacto con la naturaleza se convierte en uno de los baluartes de estos espacios turísticos.


Opciones
Aquellos que piensan elegir el verde del campo como espacio para el descanso se encontrarán con dos posibilidades: estancias que además de recibir turismo, tienen producción y ofrecen a sus visitantes la posibilidad de formar parte de esos procesos. De este modo, las recorridas por el tambo, por la granja, el contacto con animales y las cabalgatas son a la vez un paseo y una manera de conocer las actividades tradicionales de zonas rurales.

Estos primeros resultan de gran atracción para los turistas extranjeros que recorren el país de norte a sur y aprovechan algún tiempo libre para adentrarse en el folklore del campo. Sin embargo, a nivel local, también son muy demandados por las empresas, que realizan eventos corporativos y reuniones por asuntos de negocios.

Por otra parte, se encuentran los hoteles de campo que tienen como actividad central el turismo y no la producción agropecuaria. Se asemejan, en cuanto a confort, a un hotel de varias estrellas y además ofrecen un paisaje lleno de verde y naturaleza.

Pasar el día
En los establecimientos rurales se realizan actividades participativas de gran atractivo: tareas de producción agropecuaria, elaboración de pan, dulces, quesos, recolección de miel, fiestas campestres y espectáculos folclóricos y costumbristas que se combinan con una excelente gastronomía criolla. Asimismo, es posible realizar cabalgatas, bicicleteadas, equitación, paseos en sulky y carruajes, además de la práctica de la pesca y la caza deportiva regulada y avistaje de aves.

A su vez, las granjas, las chacras y las casas de campo, organizadas en predios chicos, se caracterizan por poseer árboles frutales, huertas, corrales de aves y pequeños animales, potreros y establos. Aquí, la mayoría brinda servicios de alojamiento y camping.


Pero para disfrutar de todas esas propuestas no es necesario hospedarse por varias jornadas. La mayoría de estos espacios ofrecen los famosos días de campo. Con una franja horaria que se extiende entre las 11 y las 19, quienes elijan ese programa para disfrutar de sus vacaciones podrán acceder a las instalaciones de las estancias y formar parte de las actividades que se propongan.
Establecimientos


San Antonio de Areco es la más popular de las poblaciones dedicadas a este tipo de turismo. Posee antiguos cascos de estancia, hoteles de campo y hosterías. Se destacan en este municipio los pueblos rurales que conforman «Las Flores del Pago de Areco», como Villa Lía, que fue una gran estancia en sus inicios, que luego se fue loteando y dando lugar a diferentes establecimientos abiertos al turismo; y Duggan. Las estancias La Porteña, en honor a la primera locomotora argentina; Del Ombú de Areco; La Bamba; y La Cinacina son algunas de las de mayor renombre en el plano local y nacional.


En Arrecifes, al noroeste de la provincia, en la llamada pampa ondulada, se destaca la estancia El Carmen de Sierra, declarada Monumento Histórico Provincial. Es una de las más antiguas de la provincia de Buenos Aires. En la actualidad, la estancia permanece bajo la propiedad de algunos descendientes de los antiguos propietarios, manteniendo aún su planta edilicia y el mobiliario del siglo XIX, y un oratorio con la imagen de la Virgen del Carmen.


En Ayacucho se ubica la estancia El Cardal, famosa por la historia de los caballos Gato y Mancha, que llegaron por tierra hasta Nueva York, cubriendo los 21.500 km en tres años. Otra de las estancias locales fue posta de viajeros en el siglo XIX. Las casonas de estos establecimientos datan del siglo pasado y son atendidas por sus dueños.


Dolores, al sur del río Salado, el “primer pueblo patrio”, posee un establecimiento como Estancia Dos Talas, fundado por Don Pedro Luro en el siglo XIX, y uno de los más famosos del país. Es un imponente palacete de estilo ítalo-francés, con un parque diseñado por el paisajista francés Carlos Thays.


En Bolívar, localidad ubicada en la depresión del Salado, se ofrecen visitas a establecimientos rurales donde se llevan a cabo variadas actividades agropecuarias, sembrados de trigo, maíz, soja, girasol, tambos, ganadería tanto de cría como de invernada. Es posible recorrer lugares como el Fortín San Carlos, la zona donde fue derrotado Calfucurá; y el antiguo apostadero de carretas en su ruta hacia las Salinas Grandes, en la laguna Cabeza de Buey, declarada Patrimonio Histórico.


Brandsen es otro pueblo que se relaciona directamente con las actividades agropecuarias, y en estos días presenta un importante desarrollo industrial. Tiene conexión directa con Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata. Las estancias y los clubes de campo, donde se unen historia, naturaleza y paisaje, tienen alojamiento para pasar días de campo. Una de ellas tiene como centro de atracción las ondulantes costas del río Samborombón.

Cañuelas posee la estancia La Caledonia, donde se firmó el pacto de Cañuelas que selló la paz entre Juan Manuel de Rosas y Juan Lavalle. Es reconocida como la cuna nacional de la industria lechera y el lugar donde nació el dulce de leche. Allí se ubica la estancia San Martín, donde nació la empresa láctea La Martona. Se pueden visitar varias estancias, casas y restoranes de campo.

Lobos es uno de los sitios más populares para este tipo de turismo. Se destaca la estancia La Candelaria, que posee un imponente castillo de influencia normanda, con torres y una almena, y una pintoresca capilla rodeada por un parque de más de 100 hectáreas, diseñado por Carlos Thays. Allí también se ubican las estancias Santa Rita y La Concepción. Ahora, la cuestión es salir a conocerlas.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados