Cabe destacar, que el paseo duro muy poco porque debido a los pozos existentes en la ex carpeta asfáltica, el zaino se mancó y al sulky le volaron las dos punta de eje, por lo que la Eulalia tuvo que hacer de caballo para regresar al rancho. El Pirincho le dijo a su esposa la Eulalia que con cinco palos como costó la obra si se lo daban a él podría haberla realizado con baldosas de las buenas.
En el mismo orden, cabe destacar que las últimas piedras que quedaban fueron utilizadas por los chicos para cazar palomas y que desde hace una semana nuestra niñez quedó desarmada. También dicen que en Colón hay muchos riojanos, que jugaron a la Chaya con harina dejando sus huellas en un tramo de mejorado que quedó todo blanco.
Al regresar a la casa el Pirincho escuchó de un funcionario municipal que es mentira que la avenida circunvalación este rota. Lo que al gaucho le hizo desarrollar la teoría que el síndrome De La Rua es contagioso.
|