Los últimos dos casos conocidos en Buenos Aires son de diciembre de 2010: un joven de 19 años en el Partido de La Costa y un hombre de 79 años en Avellaneda. En los dos casos la intoxicación fue por alimentos y, también en los dos casos, el suero antibotulínico les salvó la vida.
La especialista en toxicología del ministerio de Salud provincial, Ana Girardelli, especificó que "el botulismo es producido por las toxinas de la bacteria Clostridium botulinum y puede contraerse por consumo de alimentos de consistencia blanda, generalmente normales tanto a la vista, el gusto y el olfato". La mayoría de los casos se dan con conservas de vegetales, caseras o industriales (guisantes, espinacas, espárragos), insuficientemente calentadas, de baja acidez; frutas, embutidos caseros y preparados como el escabeche.
Girardelli informó que "es más probable que los casos se den en los meses de mayor calor", y pidió tener "mucho cuidado sobre todo con las conservas, los alimentos preparados en casa y conservados". El botulismo genera una parálisis fláccida. "Se bloquea la parte química del cerebro, impidiendo la liberación de mediadores químicos que son los que facilitan la transmisión del impulso nervioso. La información sale del cerebro pero nunca llega al músculo con lo que se pierde la tonicidad muscular", explicó Néstor Nicolai, responsable de la producción de suero antibotulínico en el Tomás Perón, y afirmó que "la botulina es la sustancia más tóxica que existe".
Los síntomas más comunes de esta enfermedad son vértigo, trastornos visuales, alteración de la fonación y la motilidad lingual, debilidad muscular, dificultad respiratoria y parálisis. Una vez diagnosticada el único tratamiento posible es la aplicación del suero antibotulínico, sin el cual la persona puede morir en pocos días. La prevención del botulismo se basa en la cuidadosa preparación y conservación de los alimentos caseros, así como en conocer el origen de lo que se consume y su seguridad. Hay que prestar atención en no comer latas hinchadas ni abolladas o latas caseras mal cerradas con aire ni embutidos de dudosa procedencia.
Como se produce el suero
La producción de este suero se realiza íntegramente en el Instituto Tomás Perón, perteneciente al Ministerio de Salud provincial y ubicado en la ciudad de La Plata. Para hacerlo cuentan con 10 caballos que viven su vida normalmente y posibilitan la producción de esta medicina vital para salvar la vida de quienes padecen botulismo, se indicó en el comunicado. Se trata de un plan de inoculación en los caballos. Durante dos meses, una vez por semana, el equino recibe una inyección con lo que se llama toxoide: que es la misma toxina que produce el botulismo pero con un proceso de destoxificación. Es decir que no se enferma al animal. "El toxoide genera una respuesta inmune en el caballo, su sistema inmunológico responde generando los anticuerpos que necesitamos para producir el suero", explicó Nicolai. Luego de dos meses de este proceso se realiza una sangría al caballo. Cada animal puede producir estos anticuerpos dos veces al año y posibilitar 6 litros de producción de suero antibotulínico cada vez. "Es importante resaltar que el caballo lleva una vida normal, no afectamos su salud y nos posibilita producir un suero vital que salva vidas", concluyó Nicolai.
El Instituto Tomás Perón produce unos 200 frascos de suero antibotulínico al año, lo que alcanza para cubrir la demanda provincial y los pedidos de Nación para otras provincias. También realizan mayor producción del suero por pedidos especiales.
RECOMENDACIONES: -Consumo: evitar tanto la preparación de conservas caseras como su compra en despensas. -Preparación: si se realiza una conserva, emplear aditamentos de buena calidad y alimentos esterilizados o correctamente lavados con agua potable. -Conservación: mantener las conservas en la heladera a una temperatura menor a los 10 grados e ingerirlas en menos de una semana. (DIB)
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