Desde INTA Pergamino, Estación Experimental cabecera del norte de Buenos Aires, se realizan periódicamente relevamiento de enfermedades durante el ciclo del cultivo de soja. La sequía, que no propicia la difusión de enfermedades, podría suponer que en la actual campaña no habría problemas mayores, pero el último relevamiento llevado a cabo indica la necesidad de estar atentos a lo que suceda en los lotes.
De estos relevamientos que se extienden en un radio de 50 a 60 kilómetros de Pergamino, el último realizado durante la semana del 6 al 10 de febrero es de los más importantes para el producto o asesor ya que se da cuando la soja comienza a tener riesgo de enfermedades.
En ese marco es necesario recordar que el estado agronómico va ligado al estado sanitario, "con lo cual la soja que estaba mala no se enfermó y la que aún está a tiempo de enfermarse está comenzando a hacerlo. Por ello es un momento crucial para la toma de decisiones para conocer si es necesario o no la aplicación de fungicidas", indicó Antonio Ivancovich.
En los últimos días fueron revisados 50 lotes con información del estado fenológico y del estado agronómico (es decir si el lote está regular o bueno), aunque suene contradictorio cuando el lote está regular es probable que no esté enfermo y cuando está bueno sí.
-¿Cuál era la principal preocupación a la hora de relevar? -Evalué la enfermedad que predomina en nuestra zona que es la Mancha Marrón. Esa evaluación la hicimos con una escala en la que se toma como base la altura de la planta con síntoma (esta enfermedad avanza desde el rastrojo infectado a las hojas inferiores y el umbral para aplicar se da a partir del 20, 25% de la planta infectada). Ese proceso normalmente ocurre en estados reproductivos tempranos, este año fue un poco demorado por la sequía pero ante las primeras lluvias se comenzó a producir la infección y ahora en la medida que tengan un clima normal, no necesita muchas lluvias, irá subiendo de las inferiores a las medias y de ahí a las superiores. Obviamente cuanto más avanza mayor será el daño ya que ocasiona una desfoliación prematura de la planta que hace que los granos no se llenen y se pierda rendimiento.
-¿Qué datos se obtuvieron? -Los números recogidos indican que casi la mitad de los lotes están entre R5, R6 y la otra mitad previo a esa situación. En ambos casos esto es importante ya que los lotes que están en R5, R6 están ya definidos tanto en rendimiento, en su situación agronómica y enfermedades. Son aquellos que fueron más perjudicados por la sequía.
-¿Y en qué situación se encontró la otra mitad? -La otra mitad, todavía está en ese período crítico que va desde floración hasta llenado de grano, de R1 a R5, es decir que de lo relevado, la mitad aún está en riesgo.
-¿Por qué? -Porque la otra situación que fuimos a ver era saber si esos lotes tenían infección y en ese nivel de umbral. Ante ello detectamos que casi el 60% de los lotes estaban con el umbral o por encima de él. Es decir el 20 ó 25% o más de la planta con enfermedad.
-¿Qué se recomienda entonces? -Este es un mensaje para que el productor se acerque a su lote y observe estas dos situaciones: el estado fenológico y el nivel de enfermedad y a partir de allí tomar la decisión que crea conveniente.
-¿Se detectaron otras enfermedades? -No hay ninguna con nivel cuantificable. Vimos algunas enfermedades que no daban para evaluar como tizón por cercospora es lógico que así sea en este momento; y algunas bacteriosis poco importantes ya que estas sí necesitan lluvias frecuentes. (Cadena 3)
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