En el receso junto al presidente Daniel Passarella decidió traer a David Trezeguet y Leonardo Ponzio. Dos jugadores de renombre pero no necesarios para este presente ya que el Talón de Aquiles de River es la defensa. Sino basta con ver todos los jugadores que la conformaron a lo largo de esta primera rueda. Almeyda le dio la chance a Ferrero (al no ser considerado por el DT, emigró a Huracán), Abecasis, Vella, Ramiro Funes Mori, Pezzela, Arano, Juan Manuel Díaz.
Si hasta probó en alguna oportunidad con Adalberto Román (actualmente en Palmeiras).Lo mejor de River se vio con el sistema táctico 4-4-2. Pero Almeyda optó por modificarlo y pasar a jugar con un 4-3-1-2. Cumpliendo la función de cuarto volante ofensivo con obligación de crear, Alejandro Domínguez. El "Chori" junto a Fernando Cavenaghi son los que sobresalen entre sus compañeros. Pero siendo delanteros. Ahí lastiman y hacen la diferencia.
Tanto es así que Cavenaghi (de excelente definición frente a Almirante) es uno de los goleadores del campeonato. El mediocampo no tiene sorpresa. Sin Sánchez no hay nadie que lastime con rompimiento de líneas o finalización de jugada. Ponzio por derecha no es solución. Ocampos insinúa más de lo que concreta. Almeyda optó por dejara fuera hace varios partidos a Martín Aguirre, uno de los que más desequilibró cuando le tocó jugar. Pasaron 19 fechas y River no sacó diferencias.
Finalizó en el segundo puesto junto a Rosario Central, a dos puntos del puntero Instituto. Tuvo la misma cantidad de puntos de local como de visitante. Con el dato curioso que en el Monumental perdió más veces que afuera (dos contra uno).Almeyda sabe que está en el ojo de la tormenta. Por eso esta semana advirtió: "Nunca me voy a bajar de este barco, a no ser que me hagan bajar".Por ahora sigue siendo el capitán. Pero hasta acá hubo más dudas que certezas. Año nuevo, viejos errores.
*Gonzalo Calvigioni..*Periodista. Director Técnico Nacional de Fútbol.
|