Patricio Barros Cisneros, de 25 años de edad y que se encontraba alojado en el Pabellón 1 de la cárcel, padeció "más de 30 golpes en la cabeza y el hundimiento del globo ocular izquierdo", entre otras lesiones.
La muerte, reportada el 29 de enero pasado, fue perpetrada, según la CPM, cuando la víctima "esperaba la visita de su mujer embarazada de 8 meses" en la Unidad 46 del Complejo San Martín del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Para el organismo de derechos humanos, "las autoridades de la Unidad pretendieron instalar una versión inverosímil para encubrir y garantizar la impunidad del homicidio", pero "una medida de resguardo de los testigos desbarató la maniobra". Según la Comisión, Barros Cisneros discutió con los guardias porque habían modificado el lugar de encuentro y retrasado la reunión.
El hombre fue esposado y llevado a la oficina de control, pero tras un "intercambio de insultos", los efectivos "le aplicaron varios golpes de puño y lo tiraron al suelo". "Entre 8 y 10 agentes penitenciarios le pegaron golpes de puño y patadas de manera muy violenta y con saña. Lo agredieron mientras permanecía esposado en el piso y apenas podía defenderse. También le tiraron gas pimienta en su nariz, ojos e incluso en la boca", agregó el CPM.
El organismo destacó que la autopsia realizada en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de la Procuración provincial "se constataron más de 30 golpes en la cabeza, el hundimiento de globo ocular izquierdo, decenas de lesiones en miembros inferiores y superiores compatibles con las que padece quien pone sus manos y piernas para defenderse". "La paliza continúo aun luego de que el joven permaneciera inmóvil y sin articular defensa alguna. Le pegaron aun después de muerto", resaltó en un informe, y detalló que todo ocurrió "al aire libre, frente a decenas de detenidos y familiares que reclamaban que cese la violencia".
El SPB informó, por su parte, que la muerte ocurrió cuando la víctima comenzó a "golpear su cabeza fuertemente contra las rejas". Roberto Cipriano García, director del Comité contra la Tortura de la CPM, opinó que las "palizas como la recibida" por el detenido "se inscriben en prácticas de torturas sistemáticas que se reproducen en el tiempo y en todas las cárceles provinciales". Además, comentó que la Argentina "desde hace cuatro años incumple con su compromiso internacional de crear los mecanismos de control previstos en el Protocolo Facultativo a la Convención contra la Tortura de ONU". (DIB)
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