(GEI) -Teniendo en cuenta que en Argentina, Bolivia y Chile se concentran el 75% de las reservas mundiales de litio, nuestro país no puede dejar pasar la oportunidad de explotar y dar valor agregado a este mineral. El litio es la materia prima de la nueva generación de baterías que ya ha revolucionado las prestaciones de celulares y computadoras. Y ahora su uso comienza a perfilarse para motorizar vehículos eléctricos. En pocos años, este mineral -que abunda en la Puna- se convirtió en "estratégico" para las posibilidades futuras del país.
Al comprender que esta es una oportunidad única, un grupo de científicos argentinos de las universidades de La Plata (UNLP) y de Córdoba (UNC) y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), se unió para mancomunar esfuerzos, compartir conocimientos, y desarrollar un ambicioso proyecto nacional para industrializar el litio nacional.
El proyecto -que cuenta además con el apoyo de los ministerios nacionales de Industria, Economía y Ciencia y Tecnología- está coordinado por el doctor Daniel Barraco, quien es investigador de CONICET, y en la actualidad se encuentra recorriendo "la ruta del litio" en la provincia de Catamarca.
En acción
Sin embargo, el trabajo ya comenzó. Como parte de este proyecto, el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP ya ensambló la primera motocicleta con baterías de ion-litio de la Argentina. El componente fue desarrollado sobre un rodado de fabricación china adquirido por Guillermo Garaventta, ingeniero y uno de los responsables del proyecto en el INIFTA
"A la moto se le sacaron las baterías de plomo ácido que tenía y se las reemplazamos por una batería que ensamblamos nosotros mismos", informó Arnaldo Visintin, un químico e investigador del mismo instituto. Visintin explicó que "una batería es un conjunto de celdas; las celdas, que son parte de las baterías, están formadas por electrodos, separadores y materiales conductores almacenadores de electricidad".
"Para armar una batería para -por ejemplo- una moto o un auto hay que conectar en forma correcta las celdas y lograr que todo eso funcione bien, algo que es bastante complejo", aclaró. Esto es exactamente lo que hicieron los científicos platenses: sobre la base de un lote de celdas de litio, las ensamblaron y construyeron la batería que impulsa la motocicleta.
Primer vehículo
La moto eléctrica de la UNLP tiene una autonomía de 60 kilómetros y puede alcanzar una velocidad de 60 kilómetros por hora. Cuando la batería se descarga, simplemente se la enchufa a un tomacorriente convencional de 220 voltios durante cuatro horas, para una carga rápida, o de ocho, para una carga lenta.
Visintin calculó que "con este uso promedio, un motociclista gastaría en transporte unos 300 pesos por año". El científico explicó las características de la novedosa batería, formada por 60 celdas de litio que pesa 12 kilos, es decir un cuarto de las de plomo convencionales, almacena más energía en menor volumen y acepta más cantidad de ciclos de recarga, por lo que dura cinco veces más que las de plomo.
Con la moto eléctrica en funcionamiento, los investigadores afirman que el próximo paso es construir un auto eléctrico con baterías de litio. El proyecto se llevará a cabo en los laboratorios de la Unidad de Investigación y Desarrollo del Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA), de la Facultad de Ingeniería de la UNLP.
Pero el verdadero objetivo de los científicos es producir las celdas de las baterías de litio, un mineral que abunda en la Argentina. "Si logramos desarrollar las celdas, tendremos el conocimiento de cómo hacerlas, podremos conocer la química para la composición óptima y desarrollar los materiales necesarios para producir una batería de litio, algo que no existe ni en el país ni en Latinoamérica", explicó Visintin.
Desde la tierra
Por otra parte, en este proceso en desarrollo, hay otro sector estratégico que consiste en la purificación de litio. Dado que en el norte del país hay una enorme región olvidada que puede ahora convertirse en el núcleo de una revolución productiva y tecnológica.
Sobre este proceso, el doctor Daniel Barraco -que se encuentra en la zona- comentó que "de los salares, cuando se perforan unos 50 o 100 metros, se extrae una salmuera que tiene sales de todo tipo. En particular, la salmuera que se saca en la puna argentina tiene una alta concentración de litio y poco magnesio. Con lo cual, es relativamente simple y barato extraer el litio. Pero luego es necesario llevarlo a una purificación del 99% de carbonato de litio, que es lo que se exige a nivel internacional para fabricar baterías".
En este sentido, Barraco actualmente se encuentra coordinando también a otro grupo de investigadores que buscan desarrollar una tecnología nacional de purificación de carbonato de litio al 99%. "Ese es un programa que va a requerir de decisiones profundas porque va a ser necesario montar una planta de purificación de grandes dimensiones. Se van a tener que producir muchas toneladas y estimamos que eso va a costar alrededor de 300 millones de dólares", detalló.
El investigador del CONICET aseguró además que el objetivo de la planta no será solo la producción de carbonato de litio, sino también generar una planta testigo para dos cosas: una es saber el costo real del carbonato de litio, de forma de saber cuánto es la ganancia real de las empresas que ya están en la zona. "La segunda razón es que, si bien este proceso produce muy poca contaminación, nosotros vamos a ir controlando los procesos de remediación y procesamiento. Es decir, debería ser una planta de mínimo impacto ambiental y, si lo hubiera, contar con una tecnología de remediación a posteriori".
Se estima que la planta de purificación de litio se comenzará a montar en los próximos meses y estará ubicada en las provincias productoras; es decir, en Catamarca, Salta o Jujuy. Para finalizar, Barraco concluyó optimista que "el conocimiento está, ya lo tenemos. Ahora lo único que nos falta es pasar del laboratorio a la planta, es decir, al proceso industrial".
|