(GEI) -En la antología "Poesía argentina para el siglo XXI", los compiladores, Andrew Graham-Yooll y Daniel Samoilovich, intentan una perspectiva de la lírica vernácula, desde Leopoldo Lugones a Verónica Viola Fisher, y así consiguen representar las tendencias actuales como sus formatos precedentes.
El libro, bilingüe (castellano/inglés), publicado por la casa Continente, también abarca buena parte de la geografía del país, enriqueciendo, en tiempo y espacio, la producción de poetas que lejos de las urbes, continúan con el trabajo.
"Poesía argentina..." (o "Argentine Poetry for the XXIst Century") reúne piezas de los grandes nombres de la lírica local. La colaboración entre Graham-Yoll y Samoilovich estuvo pensada para la Feria del Libro de Frankfurt, donde la Argentina participó como país invitado en 2010, aunque la edición 2012 está actualizada.
Recorrido poético
La edición empieza con Macedonio Fernández pero no faltan Carlos Mastronardi, Juana Bignozzi, Oliverio Girondo, Jorge Luis Borges, Alfonsina Storni, Juan L. Ortiz, Arnaldo Calveyra, Ricardo Zelarayán, Joaquín Giannuzzi, Francisco Urondo, Miguel Angel Bustos, Nicolás Olivari, Horacio Armani, Raúl González Tuñón, Juan Gelman, Hugo Padeletti, César Fernández Moreno y Alberto Girri.
Y entre los más jóvenes, Jorge Fondebrider, Leopoldo Castilla, Alberto Vanasco, Mario Trejo, Silvio Mattoni, Mario Arteca ("una luz en La Plata"), Leónidas Lamborghini, Sergio Raimondi, Edgardo Dobry, Osvaldo Aguirre, Roberto Raschella, Néstor Groppa, Eduardo Ainbinder y Laura Wittner.
Además, Martín Gambarotta, Carlos Schilling, Diana Bellessi, Anahí Mallol, Arturo Carrera, Néstor Perlongher, Juan José Saer, Marilyn Contardi, Concepción Bertone, Mirta Rosenberg, Jorge Aulicino e Irene Gruss.
Advierte Graham-Yoll que "la `crítica` inevitable es que cualquier selección versará sobre la selección de nombres y la ausencia de creaciones que merecían ser incluidos". Pero, "desde que William Shand publicó su antología en 1971 (sólo en inglés, con la colaboración de Alberto Girri) que incluyó más de cien poetas argentinos, no ha habido otra", indica.
Samoilovich respalda a su colega, explicando que su "vocación es compartir mi entusiasmo por lo que leo (o lo que me recomiendan leer), y no la de un juez que determina qué vale y que no vale".
"No puedo imaginarme este trabajo sino como un resultado provisional, como una parte de otros trabajos que se han hecho o que habrán de hacerse, yo u otros, corrigiendo ausencias o ampliando el espectro de la selección", concluye el director del Diario de Poesía.
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