"Son espacios adonde los chicos van a jugar, a integrarse y cada vez menos por el servicio de comida", dijo la subsecretaria de Educación, Claudia Bracchi. El programa se realiza desde hace 12 años y este verano cuenta con 1795 sedes que ofrecen propuestas recreativas y comedor y otras 391 que sólo ofrecen servicio alimentario.
Las escuelas de verano "se adaptan a las realidades de cada distrito, adoptando diversas modalidades y horarios e incluso está pensado un cierre de la actividad en un campamento que reunirá a niñas y niños de diferentes localidades", dijo la funcionaria.
Además de generar encuentros lúdicos, las escuelas abiertas de verano "incluyen y comparten actividades con la comunidad", enfatizó Bracchi. Por eso, la modalidad itinerante se desarrolla en plazas con la presencia de toda la familia, donde malabaristas, actores y capacitadores proponen juegos y talleres a chicos y grandes.
Las escuelas de verano ofrecen talleres de computación, donde docentes invitan a los chicos a interactuar con sus padres y a presentar sus trabajos en línea al final de cada jornada.
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