(GEI).- Los logros deportivos en las distintas disciplinas tienen por protagonistas principales, como es lógico, a los atletas. Pero lo cierto es que detrás de esas consagraciones, en la mayoría de los casos, sino en todos, descansan años de investigación por parte de profesionales de la ciencia que trabajan intensivamente para optimizar su rendimiento y evitar cualquier afección que se interponga entre sus metas y ambiciones.
Más allá de las aptitudes físicas innatas y las mentes ganadoras que circulan en el mundo deportivo, el aporte de estos especialistas resulta imprescindible. Es que, a lo largo del tiempo, la medicina y la psicología se han implementado en el deporte a través de incansables métodos para mejorar el rendimiento de quienes lo practican.
La ciencia y el deporte siempre han ido de la mano y los grandes avances hoy no sólo permiten disminuir lesiones sino también acortar los plazos de recuperación en caso de lastimaduras graves.
Pero no sólo ayuda desde lo físico, sino también en un plano esencial: el psicológico. La psicología en el deporte ha mejorado el rendimiento y, sobre todo, la autoestima de los deportistas, luego de varios estudios sobre la conducta de individuos que realizan algún tipo de actividad física. Cuando los resultados no son los esperados, la "cabeza" juega un papel fundamental y es ahí donde los expertos en la materia actúan.
Como no podía ser de otra manera, otros que juegan un papel crucial desde afuera de la cancha son los médicos y nutricionistas, quienes contribuyen en la vida del deportista estableciéndoles rutinas arbitradas por ellos para garantizar un rendimiento máximo en cada función.
Así, desde diferentes planos, el aporte de cada área de la medicina se transformó en un sostén crucial para el deportista, tanto a la hora de salir a la cancha como en el momento previo y el posterior, repercutiendo anímica, psicológica y físicamente en su rendimiento y su aptitud.
Desde fuera de la cancha
Es tan importante como el entrenamiento en el campo de juego, las prácticas y el ejercicio. Cualquier deportista de alto rendimiento debe incluir en su rutina consultas y controles médicos periódicos así como también psicológicos y en áreas especializadas, tales como la nutrición, para mantenerse en estado óptimo y dar todo en la cancha.
"Últimamente se está trabajando muchísimo en la materia para implementar cosas nuevas en el deportista. La medicina trabaja muchísimo, en asociación con otras disciplinas, ya que es indispensable para lograr un rendimiento más alto", indicó a Info Región Javier Ojeda (MN: 95714), que conforma el cuerpo médico del Club Atlético Los Andes.
De todas formas, estos mecanismos no son nuevos. "Esto se remonta desde los chinos, los griegos y los romanos, ya lo utilizaban los gladiadores. Los médicos de la época siempre estuvieron cerca del atleta o de los guerreros, ya que los ejércitos se entrenaban con parámetros que tienen que ver con la destreza física. La medicina es una de las ciencias que más aportan en esto que se busca, que es optimizar el rendimiento deportivo", indicó.
La nutrición no le escapa a esa realidad y Walter Dzurovcin (MN: 2782), especialista en esa rama de la alimentación y enfocado al deporte -trabaja en una línea de gimnasios- coincidió con Ojeda en la importancia de cuidar el cuerpo para lograr un mejor funcionamiento del deportista.
"La nutrición es un aspecto importante. Muchas veces se lo denomina el entrenamiento invisible del deportista porque no reemplaza el esfuerzo deportivo pero, de alguna manera, complementa y permite la mejora del entrenamiento", mencionó Dzurovcin.
Así, para que un deportista llegue a rendir al máximo no sólo es necesario responsabilidad en los entrenamientos y las respectivas horas de descanso, sino también una alimentación adecuada, acompañada de una buena hidratación.
"El área de la nutrición deportiva evalúa la composición corporal, determina la masa muscular, las grasas y demás. A partir de eso, se hace otra evaluación, que es sobre los hábitos de alimentación, es decir cómo come el atleta y cuáles son los objetivos, ya que hay deportes que participan en categorías de peso, donde la exigencia es dar un número de peso balance, como en el boxeo. El otro factor importante es la hidratación, en cualquier deporte el atleta se debe abastecer de agua", comentó.
Si bien son muchos los que piensan que la aplicación de la ciencia al deporte en el país está a años luz de igualar o asemejarse a la de los países del llamado "primer mundo", los especialistas argentinos no lo ven así y refuerzan la apuesta al resaltar que en los últimos años ha mejorado la atención que reciben los deportistas de los planteles, tanto profesionales como amateurs.
Hace la diferencia
Cuando las condiciones deportivas de dos equipos o atletas se igualan, es la cabeza la que juega un papel fundamental. Así, en varias oportunidades termina marcando la diferencia entre ambos y hasta siendo causal de una hipotética victoria.
La psicología deportiva es otro de los componentes que refuerzan el rendimiento deportivo, ya sea de manera grupal o individual. "Cuando se igualan las condiciones físicas y tácticas, la cabeza es la que marca la diferencia", ratifica Darío Mendelsohn, psicólogo especialista en deportes.
"En la psicología deportiva se evalúa grupal e individualmente. En lo que respecta a lo grupal, hay algunas técnicas para evaluar al grupo y una variedad de test psicodeportivos para sacar el perfil de cada jugador. Tiene que ver con personalidad, motivación, atención, comunicación y demás", comentó y apuntó que el crecimiento de la psicología aplicada al deporte también fue importante en los últimos años.
Deportistas innatos
Más allá de la importancia de lo psíquico y también de una buena alimentación, hidratación, entrenamiento y horas de descanso, existen ciertas cualidades en la mayoría de los deportistas que exceden estas rutinas y tienen que ver con la capacidad adquirida genéticamente para desarrollar tal o cual actividad.
La elasticidad, la velocidad, la facilidad de movimiento y muchas otras características que reúnen los deportistas más competitivos también tienen mucho de genética. Así, si bien tales capacidades innatas deben ser acompañadas, Ojeda asegura que los deportistas profesionales "son privilegiados" por los genes.
"Nadie es un deportista de elite por tomar algo, comer determinado alimento o seguir diferentes cosas. Todo son complementos. Las capacidades innatas son lo que verdaderamente marca a un deportista de elite, pero por supuesto que debe llevar su crecimiento con los complementos adecuados, tanto a nivel médico como nutricional y psíquico", expresó.
Así es que lo adquirido es tan importante como aquello que los deportistas también deben otorgarle a su organismo, apoyándose una en la otra. Esto es, con capacidades deportivas innatas pero sin mecanismos médicos y físicos que las potencien, el deportista no estaría en su máximo rendimiento, de ahí la importancia de fomentarlas a través de las diferentes disciplinas científicas que cada vez más se vuelcan a mejorar la calidad de vida y las aptitudes físicas. - (GEI).
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