Hace ya algunos años, en el mundo se escucha hablar con mayor asiduidad de la importancia de la bioenegía, es decir energía obtenida de materiales biológicos. En ese marco, el biocombustibles o combustible de origen biológico obtenido de manera renovable a partir de restos orgánicos, cobra una vital importancia para las regiones caracterizadas por las producciones agrícolas.
Europa, Estados Unidos, Brasil son precursores en la materia, y ahora Argentina está en proceso de acercarse a ese bloque de naciones. En esa línea el INTA ha comenzado a trabajar en el último lustro de manera concreta. Para tal fin se creó un Programa Nacional de Bioenegría, en el cual se aborda de forma integral la problemática en cuestión.
Dentro de ese programa existe un Proyecto Específico referido a la evaluación de materiales para Bioetanol que en el INTA Pergamino estuvo a cargo durante el primer año del Dr. Francisco Borrás, y actualmente a cargo de la Dra. Mariana Alegre y con la colaboración del Mic.Biol. Pablo Copia.
Por otra parte desde los proyectos de mejoramiento genético enmarcados en el Programa Nacional de Cereales se iniciaron recientemente acciones encaminadas a caracterizar material genético de maíz y de sorgo con posibles aplicaciones energéticas y el efecto del manejo del cultivo.
La planta y los datos
En el marco del Proyecto de Bioenergía, el grupo antes mencionado puso en marcha un laboratorio de biocombustibles en el cual se desarrolló equipamiento específico para finalmente lograr la puesta a punto de una técnica que permitiera comparar maíces y evaluar el rendimiento de etanol bajo condiciones controladas.
Y para tal fin, se trabajó articuladamente con el Programa Nacional de Cereales y Oleaginosas. Desde dicho Programa estaban previstas actividades en relación a etanol, y así fue como se comenzó a trabajar para conocer las características de los cultivares de maíz, pero además se encuentran iniciando acciones similares en torno al cultivo de sorgo.
En los inicios de este trabajo se desarrolló una planta piloto de bioetanol, a escala de laboratorio; esto derivó en la creación de una estufa con agitación orbital que trabaja a altas temperaturas, lo que permitió la puesta a punto del método necesario para poder llegar hoy son una novedad importante.
Descubriendo el potencial
La técnica utilizada para comparar maíces y evaluar el rendimiento bajo condiciones controladas, cumple con las etapas del proceso que llevan los maíces desde la molienda hasta la producción de etanol. De allí se obtiene como resultado un rendimiento de mililitros por kilo de materia seca, o litros por tonelada de materia seca.
"Lo novedoso es que hasta el momento no se habían caracterizado datos en Argentina. Sí habíamos evaluado materiales de dos empresas que tienen que definir qué sembrar el año que viene en cercanías al lugar en el que se están construyendo las refinerías que a partir de 2013 empezarían a producir etanol a partir de maíz", comentó Mariana Alegre.
En ese sentido es válido destacar que actualmente existen alrededor de cinco empresas que estarían produciendo etanol a partir de maíz en 2013. La producción de etanol está regida bajo la Ley 26.093 y es por ello que el Estado Nacional interviene en la regulación del mercado al que esas empresas accederán.
Son esas empresas interesadas en transitar este nuevo camino las que necesitan información para poder decidir qué y dónde es conveniente sembrar. En ese marco, surge otro factor que afecta a la producción: para que ésta sea sustentable las empresas necesitan contar con granos próximos a la refinería (se estima que a no más de 100 kilómetros de la planta), y ese es otro de los motivos por los cuales se envían los materiales al INTA Pergamino, ya que no hay otro lugar en el país en los que se puedan obtener esos datos.
Rendimiento y algo más
La investigación iniciada en el INTA Pergamino permite actualmente caracterizar el promedio esperable de rendimiento de alcohol en distintos híbridos. Pero a partir de allí se abrirán otras importantes ramas de investigación para satisfacer las demandas de los productores.
En este sentido, el Ing. Agr. Guillermo Eyherabide explicó que "Desde el punto de vista del manejo, eso puede tener una demanda importante para las empresas. Aún no podemos determinar es si hay interacción, por ejemplo si bajo determinada condición de ambiente un híbrido es mejor que otro en cuanto a rendimiento de etanol; o en qué medida el manejo del cultivo va a modificar y en cuánto el rendimiento de etanol que se pueda obtener de un híbrido".
Existen proyectos del INTA que están comenzando a dar respuesta a estos aspectos antes mencionados. La planta piloto del Laboratorio emplazado en el INTA Pergamino no es el fin de un trabajo sino el inicio de tantísimos otros.
En primera instancia, y con la finalidad de brindar mejor información en menor tiempo, se está trabajando en la calibración de un equipo NIR a partir de los datos antes logrados en el Laboratorio de Biocombustibles, con lo cual en un futuro cercano las determinaciones van a ser mucho más rápidas y con la posibilidad de evaluar gran cantidad de muestras.
Los híbridos evaluados
Se evaluó una muestra aleatoria de 17 híbridos de maíz en las localidades de Pergamino, Ferré y San Antonio Areco, que son los lugares en los que además se evalúa rendimiento de grano. Y más allá de los datos logrados ahora se trabaja con esas mismas muestras en el análisis del porcentaje de almidón, la relación de amilosa en el almidón, parámetros de dureza, y otras características del grano buscando determinar asociaciones entre éstas y el rendimiento en etanol.
En ese sentido Eyherabide explicó que "El contenido de almidón no explica la vitalidad de las diferencias entre híbridos en rendimiento de etanol, hay probablemente otras cuestiones relativas a la interacción del almidón con otros componentes del grano involucradas. Lo auspicioso es que después de un tiempo tenemos datos concretos que seguramente habrá que ajustar. Estas muestras son de libre polinización, con lo cual desde el inicio uno está asumiendo que el eventual efecto Xenia del grano de polen sobre el grano ha sido homogéneo para todos los híbridos, y que por lo tanto relaciones o diferencias, entre los híbridos se estaría manteniendo".
En el mismo sentido, Eyherabide destacó que los rendimientos de etanol por unidad de peso de grano fueron altos, "más altos de lo que dice la bibliografía, eso puede tener que ver con el tipo de maíz que tenemos nosotros, o efectos ambientales. Tenemos valores un 5 a 10% más elevados".
Si bien las diferencias en rendimiento de etanol por unidad de peso de grano resultaron estadísticamente significativas entre híbridos, también lo fueron las diferencias de rendimiento de grano por hectárea. Estos dos factores no mostraron una correlación importante, por lo que el cultivar que producirá mayor cantidad de etanol por hectárea no será necesariamente el que produzca más etanol por unidad de peso de grano producido.
Van por más
El primer dato abrió la puerta para profundizar los trabajos y es por ello que nuevas preguntas están ya dando vueltas en las cabezas de los investigadores.
"No se puede sacar un cálculo directo diciendo cuánto almidón tiene, tanto me va a rendir. Sabido es que cuanto más almidón tenga más va a rendir, pero también tienen mucho que ver la dureza del grano, y las propiedades de la molécula de almidón para ver cuánto rinde. En el Laboratorio Del INTA Pergamino, ahora podemos lograr ese dato", expresó Mariana Alegre
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