La Plata, 16 noviembre (GEI) - Desde hace dos años, el Grupo de Robótica y Sistemas Integrados (GRSI) de la Universidad Nacional de Córdoba se encuentra embarcado en la realización de un proyecto que, a primera vista, puede parecer simple, aunque requiere tecnología y actualizaciones complejas. Se trata del diseño y desarrollo de un brazo mecánico, destinado a reemplazar la mano del médico que sostiene la videocámara durante una laparoscopía.
En este tipo de intervenciones -denominadas mínimamente invasivas, ya que no se realizan cortes ni suturas profundos- el cirujano es ayudado por un asistente que introduce una pequeña cámara dentro del paciente, cuya imagen captada sirve de guía para llevar a cabo la operación. "El problema es que, al cabo de cierto tiempo, empieza a temblar el pulso de la persona que sostiene la filmadora, y la imagen se torna muy movida y deformada para el médico que debe hacer la cirugía", explica el ingeniero Ladislao Mathé, director del proyecto.
Precisamente, ése fue el principal motivo que llevó a Fabio Comelli, pediatra del Hospital de Niños cordobés, a solicitar a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNC la construcción de un artefacto que cumpliera con un objetivo básico: permitir al cirujano y a sus colaboradores tener los cinco sentidos puestos sólo en la intervención del órgano afectado.
Ventajas y aplicaciones
En el mundo, existen robots especializados para asistir cirugías laparoscópicas, pero requieren un software adecuado para operarlos y normalmente están diseñados para una única función, a un costo muy elevado. Sin embargo, la limitación más importante es que, al usar sistemas de alta tecnología, no se pueden introducir mejoras o nuevas aplicaciones, ni extender su uso a otras áreas.
La posibilidad de desarrollar el producto a través de la industria nacional hace que los usuarios ya no tengan que enfrentarse a un 'paquete cerrado', y puedan acceder a múltiples ventajas: mantenimiento preventivo y reparativo del robot, actualización del equipamiento (software y hardware) y trasferencias para empresas, entre otras. Incluso, el robot podría integrarse a sistemas de telecirugía para ser operado a distancia en tiempo real, y sirve de base para encarar distintos proyectos relacionados con la Bioingeniería (como prótesis y diversos sistemas de rehabilitación).
Uno de los mayores méritos del brazo robótico es la utilización de materiales y tecnología que pueden ser obtenidos en la industria local, a un costo cinco veces menor de lo que vale un equipo importado de similares características. Según los ingenieros de la UNC, la fabricación nacional del brazo mecánico insumiría aproximadamente 30 mil dólares, frente a los 150 mil que cuesta en el mercado extranjero.
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