A ellos hay que sumarles "los que trabajan en forma vinculada, de universidades y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, el Conicet, que totalizan unos 300 investigadores".
Mientras que el presupuesto de 2003 para la Dirección Nacional del Antártico fue de 1,6 millones de pesos, en 2011 es de 42 millones, sin incluir la logística que aportan las Fuerzas Armadas.
En una entrevista Memolli trazó un panorama de la tarea y desafíos de argentinos en el inmenso territorio helado. Un de ellos lo constituye la ropa, que es muy cara y debe ser apta para nieve y transpiración e impermeable para la lluvia ya que con el cambio climático, llueve en la Antártida. Además, los desafíos adaptativos incluyen "vivir en aislamiento, saber trabajar en grupo y convivir entre logísticos y militares, personas de distintos sexos", enumeró.
Vida en las bases
En las bases antárticas argentinas viven 20 personas fijas, que tienen relevo anual, y cada campaña de verano suma 60. Memolli describió que el siniestro del rompehielos "Almirante Irízar", incendiado en alta mar en abril de 2007 y aún en reparaciones, "nos complicó en un primer momento pero luego nos reacomodamos".
El benefició esta en la capacidad científica que va a tener el nuevo Irízar, que pasó de 37 a 400 metros cuadrados de laboratorios. Asimismo, Memolli trazó un panorama de las diversas miradas que hay del Continente Blanco, ya que son 48 países los que suscriben Tratado Antártico.
"Son países de culturas muy diversas, entre los que están los países reclamantes de soberanía -uno de ellos Argentina-, con una mirada muy particular, por la cual sienten al territorio como propio. Las Malvinas y la Antártida son causas que están muy metidas en el sentimiento nacional, que movilizan la opinión de la gente", comentó.
Están además "los países que consideran a la Antártida patrimonio común de la humanidad, que van a investigar pero tienen la pequeña esperanza que algo les toque si hubiera un reparto".
No obstante, "el Tratado Antártico es muy claro respecto del tema de soberanía y de la ciencia, y prohíbe la prospección comercial de los recursos vivos y de los minerales". Memolli reivindicó que, de todos modos, en territorio antártico "la convivencia entre todos es excelente, porque es entre pueblos, no entre políticos, y los pueblos tienden a preservarse y cooperar".
| 
