Pero el fútbol regala sorpresas. Pero si uno ve los últimos partidos de River quizás la sorpresa no sea tal. A pesar de que tres fechas atrás goleó a Atlanta 7 a 1 el rendimiento venía en caída. Almeyda sabía que no tenía el volumen de juego de las primeras fechas. Y contra el "Tiburón" se notó más que nunca. El propio entrenador aseguró: "vi un equipo frío por eso la derrota es justa". Palabras duras pero realistas. Sin cassette.
River hasta no supo aprovechar el regalo del árbitro Pablo Díaz que le sancionó un penal cuando la falta (que no existió al "Chori" Domínguez) fue fuera del área.
Pero también hay que remarcar que Chichizola no sacó ninguna. La defensa fue más endeble que nunca sobre todo por la vía aérea. El mediocampo no tuvo generación. Los delanteros gravitaron poco.
Aldosivi le pegó un cachetazo que lo despertó a la realidad. Un golpe para tomar conciencia de que nada es lo que parece.
Encima Almeyda y jugadores mostraron su enojo hacia la prensa por la publicación de un diario sensacionalista de Buenos Aires donde se acusaba a varios estar en una "fiesta con mujeres en un yate". Finalmente quedó comprobado que era una fiesta pero infantil. En consecuencia Cavenaghi, capitán del equipo, comunicó que no van hacer más declaraciones en los medios.
River perdió mucho más que el invicto. Ya no es más el puntero y la derrota le servirá quizás para no creérsela. Para saber que B Nacional no es un camino sin piedras. Habrá muchas que lo hagan caer. Otras las saltará. Está a tiempo. El recorrido para la máxima categoría es largo. Sigue siendo el principal candidato. Pero todavía debe volver a ser.
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