Según los dichos del responsable no estaba empadronado por problemas con la justicia. El gaucho matrero sintió un alivio y ahí nomás se fue al Bar La Milanesa, pero estaba cerrado, y aunque golpeó la puerta, la pateo, y hasta le metió dos talerazos nadie salió.
Ahí se encontró en la misma situación con el "Cara de Lombriz", completamente dormido, apoyado en el respaldo de la cancha de bochas y cuando lo despertó estaba tan perdido que le señaló "debemos festejar el regreso del General".
Por otra parte, a los "Vivos de siempre" le preguntamos que pasó en la mesa 36, y les decimos cuidado que anda el "bovero".
En cuanto finalizó las elecciones quedó medio turulato, es que antes festejaba solo el que ganaba y ahora festejan hasta los que votaron en blanco. Cosas de la campaña electoral.
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