Tantos miserables desearon tu muerte que se les dio.
Pero lejos esta de satisfacer las peores inmundicias de aquellos impresentables.
No era ésta la muerte que querían, querían otra muerte, una muerte política.
Es cierto que el eco del viva el cáncer con que estos miserables festejaron la muerte de evita volvió a escucharse, con otras letras sí, pero con la misma virulencia.
Pero no era esta la muerte que esperaban. Les cayó y ahora temen.
No esperaban los hechos que se desencadenaron, ayunos ellos, como siempre, de la lealtad del pueblo.
Fueron horas de desconsuelo aferrados a las noticias. Una mezcla de tristeza y emoción caminaba por nuestros cuerpos. El llanto y la congoja de amigos y compañeros de a ratos se mezclaba con la emoción y el fervor militantes.
Al otro día con la enorme manifestación en plaza de mayo, los sentimientos se exacerbaron.
El pueblo se había volcado de a millones a las calles. Los invisibles, los nadie, los sin voz.
En horas la falacia mediática quedó destrozada.
Alguna vez dijo Perón que "La única verdad es la realidad".
Miles de personas cuajadas por el tiempo, por su condición, por su propia historia, lloraron durante horas la desaparición del flaco, pero inmediatamente dejaban salir un profundamente sentido "Fuerza Cristina"
"Estamos con vos".
Mucho se hablo también de la participación de los jóvenes en éste trágico hito.
Es cierto, enorme cantidad de jóvenes se arrojaron a las calles para llorar a su líder, pero también para apoyar el modelo que los convocó, los cautivó, los atrajo.
Porque eso tiene el Kirchnerismo y en particular eso tenía el flaco.
Fue él quien nos abrió el camino a la política, quien nos abrió el camino a la esperanza.
Algo había en él de diferente.
Cuando descolgó los cuadros de Videla y Bignone, cuando le dijo ¡NO! al ALCA, cuando dijo que era parte de la generación diezmada, cuando se enfrentó con los popes de la justicia reemplazando esa corte suprema deplorable.
Algo había en él, en su forma de ser.
Corbata desarreglada, las vueltas con el bastón presidencial. Un tipo jodón, alegre.
Eso sin dudas llamaba la atención, pero no nos equivoquemos no hablamos solo de formas.
Decimos esto porque claro, como tantas veces lo hicieron con Eva y lo siguen haciendo con Cristina, el ataque de los enemigos del pueblo es a las formas.
Las joyas de Evita, las carteras y zapatos de Cristina.
Y así el ataque a la desprolijidad de Néstor, su informalidad.
Pero no, no son solo formas para nosotros. Porque esa forma desfachatada, desprolija, poco común para un presidente, fue el más claro signo de la enorme autenticidad del flaco, y esa autenticidad es la que hizo que no retrocediera un solo paso, esa autenticidad es la que lo sostuvo durante toda su vida firme en sus convicciones.
Como tantos, con vos empezamos a militar. Nos hiciste conocer el valor de la política.
Ya no estás, pero nos dejaste un legado, nos mostraste un camino, nos diste una historia, una vida.
Hasta siempre Néstor.
Fuerza Cristina.
Agrupación Nunca Menos (FpV)
Casa Nestor Carlos Kirchner
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