(GEI) -El vino en nuestro país ya se presenta como una fuerte atracción turística. Al menos así lo demuestran los números que Bodegas de Argentina dio a conocer la semana pasada respecto a la cantidad de visitas que ponen sus pies en alguna de las 167 bodegas que están habilitadas a recibirlos, en las 8 provincias que se encuentran monitoreadas por los organismos establecidos.
En sintonía con el fuerte crecimiento experimentado desde 2004 (superior al 257%), en 2010 más de un millón de visitantes pasaron por las bodegas del país. Concretamente 1.091.664, dato que se desprende de los registros que lleva el Observatorio de los Caminos del Vino en su plataforma digital, y al que las bodegas le reportan los datos que va recabando en el trabajo diario.
Siguiendo esas cifras, el 70% de las visitas son hechas por argentinos, mientras que el resto corresponde a extranjeros. Lo que representa una buena performance, especialmente en lo que refiere a la difusión de los productos, tanto dentro como fuera de argentina.
Con un crecimiento sostenido en los últimos años, a la fecha, el turismo del vino representa el 2,9% de las visitas turísticas a nivel país. Una cifra similar a la que cada temporada visita a las populares Cataratas del Iguazú.
Del total de bodegas monitoreadas, Mendoza acapara el 68%, mientras que el resto está repartido principalmente entre Salta y las provincias que conforman La Patagonia.
En la región austral, muy organizada para el turismo receptivo, el principal atractivo son las bodegas de San Patricio del Chañar, que ofrecen a la fecha desde recorridos y degustaciones a una completa oferta de atractivos gastronómicos.
Las Ruta Australes
En la región Patagónica, la ruta del vino está montada en conjunto con la ruta de las manzanas y los dinosaurios. En 2009, últimos datos disponibles, las bodegas de la región recibieron en total 26 mil visitantes.
De ellos, la mayoría son argentinos (95%), de los cuales el 37% esta representado por el mercado regional (provincia de Neuquén); y solo el 5% es del provienen del extranjero.
Para las bodegas de la región, La Ruta del Vino Patagónico aún está lejos de sus potencialidades. No obstante, los números recién conocidos a nivel nacional son positivos y alentadores para la continuidad de sus trabajos.
Desde hace varios años, la calidad de los vinos argentinos es reconocida a nivel internacional. Paralelamente se ha desarrollado una cultura enológica muy exquisita, que se expresa en el paladar exigente de los consumidores.
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