Con su implementación, en el mes de octubre, la asignación universal por hijo pasa de 220 a 270 pesos (un 22,7 por ciento más), mientras que la asignación por discapacidad se incrementa de 880 a 1.080 pesos.
Además, se modifican los topes remunerativos de los trabajadores registrados que perciben las asignaciones familiares: el rango hasta 2.400 pesos se elevó a 2.800 pesos y cobrará 270 pesos de asignación por hijo.
En tanto, el de 2.800 pesos pasó a 4.000 pesos y cobrará 204 pesos; y de 4.800 pesos se elevó a 5.200 pesos y pasará a cobrar 136 pesos.
A través del decreto, desde el Gobierno nacional se destaca que "razones de justicia social ponen en la órbita del Estado nacional la responsabilidad en la redistribución de la riqueza debiendo impulsar medidas que estén orientadas a proteger los intereses de la sociedad".
Además, subraya que "es el Estado nacional quien debe implementar políticas públicas destinadas a lograr equidad y solidaridad social que acompañen el crecimiento de la economía nacional y de esa manera favorecer a todos los sectores". Al mismo tiempo que fortalecer el empleo en blanco.
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