Pasó un rival complicado como Gimnasia de La Plata, que tuvo su oportunidad pero Chichizola se adelantó en el penal y se lo atajó a Vargas. Después Funes Mori volvió a convertir por segunda vez en el torneo y cambió los silbidos del hincha por aplausos. Mérito de Almeyda al darle la confianza al delantero que suplantó a Cavenaghi.
El equipo jugó distinto que ante Deportivo Merlo. Arriesgó menos la pelota atrás. No expuso a Chichizola para que salga desde el arco permanentemente. Acertó con los cambios. Cirigliano fue más que Domingo y Ledesma en el círculo central. Le aportó dinámico, salida y también marca. Ferrero transmitió más seguridad que Alayes.
Ahora el dilema es si el DT se anima a poner a Cavenaghi, Domínguez y Funes Mori juntos. Si lo hace habrá que ver quien sale. La única alternativa que tiene es jugar con línea de 3 en el fondo ya que parece haber encontrado el mediocampo ideal con Sánchez, Cirigliano, Aguirre y Ocampos.
El próximo obstáculo es Ferro que llega motivado y promete darle batalla desde lo táctico con Mario Gómez sentado en el banco.
Por ahora camina tranquilo, trastabilló pero no se cayó. Los números le cierran. Y eso es lo que vale. Porque el fútbol se rige por resultados
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