El propietario del campo es Raúl Angeloni. Los delincuentes encerraron el animal en un corral situado a cien metros del camino, y luego de cortarle el ligamento amarillo para inmovilizarlo lo degollaron.
Con total dominio de los cuchillos despostaron al animal, llevándose las achuras, el cuero y los cuartos dejando solamente la cabeza y un pedazo de espinazo.
Se descarta que por el poco rendimiento del avcuno (pesaba 200 kilos) los responsables sean carniceros. Se trataría de hombres duchos con el cuchillo (tal vez de provincia mesopotámica) y que podrían residir en algun puesto o casa no muy lejana al sitio del faenamiento
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