Atacama Solar Challenge, es la primera carrera de autos solares que se realiza en Latinoamérica. Es un evento único que se desarrollará en el norte de Chile entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre y que tiene por objetivo desarrollar la tecnología solar en Chile y América Latina. Participarán 30 equipos provenientes de 7 países de la región los que deberán recorrer 1060 kilómetros con los mayores niveles de radiación solar del mundo, cruzando por las ciudades de Iquique, Antofagasta y Calama.
La Atacama Solar Challenge emula una carrera similar que se realiza en Australia desde 1987, cada dos años, llamada World Solar Challenge. El objetivo de la experiencia latinoamericana es fomentar la utilización de energías limpias y renovables en el desarrollo de tecnología solar con alta eficiencia energética.
En carrera
La competencia, que se divide en dos categorías: “Desafío Solar Atacama” (vehículos con tecnología de punta) y “La Ruta Solar” (autos solares de bajo costo), supone un desafío para el desarrollo de las energías alternativas y una oportunidad para acercar la tecnología solar a los latinoamericanos.
En la categoría “La Ruta Solar” participarán 24 equipos que utilizaron toda su creatividad para desarrollar vehículos híbridos impulsados por energía solar (panel) y humana (pedales) capaces de recorrer los kilómetros impuestos para la competencia. Uno de los principales objetivos de esta categoría apunta al desarrollo de una alternativa económica y sustentable de transporte urbano, por lo que el costo de cada vehículo en competencia no puede superar los US$7.000.
La partida de “La Ruta Solar” se realizará en la ciudad de Iquique para luego recorrer en el camino Calama, Antofagasta y Atacama. Entre los equipos participantes se encuentran los desarrollos del Instituto de Formación Técnica Nº 188 de General Rodríguez, la Universidad Tecnológica Nacional de Santa Fé y la Universidad Nacional del Centro de la localidad de Olavarría, quienes conforman la representación argentina en la competencia internacional. Entre los competidores, además de los organizadores chilenos, habrá autos de Puerto Rico, Ecuador, México, Venezuela y Honduras.
El autito mitológico
"Icaro" es uno de los autos argentinos que participará en la competencia, sus creadores fueron alumnos (con edades entre los 18 y 26 años) del Instituto de Formación Técnica Nº 188 de General Rodríguez, asesorados por los docentes Juan Francisco Aguirre (capitán del equipo) y Nicolás Yarza (dirección pedagógica del proyecto). Todos ellos, parte constituyente de la carrera de Técnico Superior en Energía con Orientación Industrial. El auto que lleva el nombre de un joven mitológico griego, es el resultado de lo que comenzó como un desafío propuesto por el "Proyecto Educativo Edu-Car Solar”.
El vehículo fue fabricado pieza por pieza por sus creadores y se moviliza a energía solar y a energía humana; “tiene tres sistemas de propulsión. El sistema humano, batería y paneles solares. Cuando hay sol se funciona perfectamente con el panel, cuando no hay sol consumiendo la batería, y si no, se puede pedalear”, explicó el docente Juan Francisco Aguirre. Ha sido probado por las calles de General Rodríguez a 40 kilómetros por hora. Y en las próximas semanas comenzará un recorrido para pruebas y difusión del proyecto entre la ciudadanía.
“La comunidad en general nos apoya, por ejemplo vino un vecino vio lo que estábamos haciendo y nos trajo las baterías que nos hacían falta. Una casa de motos de la localidad nos trajo piezas y nos dijeron usen lo que necesiten y lo que no lo devuelven, entonces se va probando. Ese tipo de cosas te ayudan a cargar las pilas y a seguir”, manifestó Aguirre al hacer referencia a los costos y dificultades que se encontraron en el camino de construcción del “autito” como ellos mismos lo llaman.
Así como Icaro, un joven perteneciente a la mitología griega que utilizó un invento desarrollado por su padre para escapar de prisión, en esta oportunidad quienes irán a la competencia y correrán en el desafío, serán los jóvenes que -junto a sus profesores- construyeron el vehículo alimentado por la energía solar. “Los que van a ir a la competencia no son personas altamente entrenadas, sino los mismos realizadores del auto. En este momento se encuentran haciendo estudios médicos porque como se corre en altas temperaturas a dos mil metros de altura, hay que tener resistencia física”. Sin embargo, todos quieren estar allí y la resistencia al desierto, la radiación y las inclemencias de la temperatura, será sólo una anécdota más de esta experiencia.
Premios
En el Atacama Solar Challenge, habrá varios premios. Para el ganador, un valor equivalente al armado del vehículo. Pero además, los participantes podrán acceder a otros premios que destacan la habilidad de los equipos. Por ejemplo, para aquellos que utilizan más energía solar o aquellos que apuntan a una mayor explotación del vehículo como elemento de movilidad ciudadana.
Sin embargo, desde la dirección del Instituto de General Rodríguez se afirma que el auto solar fue un ejercicio de ingenio para hacer algo que sea competitivo, entonces el premio va a ser largar y llegar a la meta. Al respecto, Juan Francisco Aguirre afirmó que “más allá de la carrera y del auto solar, esto es un proyecto educativo, es un elemento de unión para los alumnos y un eje transversal de las diferentes asignaturas”, por lo cual el premio mayor es el desarrollo de ese proceso formativo.
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