Enmarcada dentro de la Agenda Digital Argentina, la iniciativa de la TDA busca actualizar/adecuar la televisión analógica hacia la digital (de mayor calidad e interactividad) y articularla con la inclusión social, la democratización de la información y la integración regional.
La TDA Argentina está a cargo del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y de un Consejo Asesor interministerial. Como tal, es una iniciativa pública, universal y gratuita.
Procura alcanzar mayores y mejores niveles de inclusión social, participación política, cobertura, calidad de imagen y sonido, desarrollo científico-tecnológico y producción audiovisual nacional.
Las señales de la TDA Argentina se reciben en los principales centros urbanos de país a través de los nuevos televisores digitales (o sus conversores) y de los teléfonos móviles y computadoras portátiles con capacidad y ubicación geográfica para sintonizarlas.
La TDA Argentina articula la Televisión Digital Terrestre (televisión de aire, por antenas terrestres) y la Televisión Directa al Hogar (televisión por satélite, para zonas rurales).
La TDA dio sus primeros pasos firmes a mediados de 2009. Se le reconocen varios aciertos. Entre ellos, la entrega gratuita de los decodificadores a quienes más los necesitan (Plan Mi TV Digital) o la ayuda que brindó para la implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley 26.522). Sin dudas, otro de los puntos positivos fue la elección del estándar sobre el que se construyó.
A nivel mundial existían (y existen) varias normas (o sistemas) de televisión digital terrestre: la europea, `Digital Video Broadcasting` (DVB), la norteamericana, `Advanced Televisión Systems Committee` (ATSC), la japonesa, `Integrated Services Digital Broadcasting` (ISDB) y la china, `Digital Terrestrial Multimedia Broadcast` (DTMB).
¿Cuál era mejor norma / sistema para desarrollar la Televisión Digital Argentina? La norma japonesa comenzó a desatacarse desde 2004 por ser abierta, gratuita y más resistente a las interferencias. Entre otros puntos, la norma ISDB permitía la expansión y gratuidad del sistema de TV Digital Portátil (móvil). Así, su adopción podía favorecer el desarrollo de los futuros servicios móviles (teléfonos, computadoras portátiles, automóviles, etc.) con la misma infraestructura de los servicios de TV hogareña.
La apertura del estándar favoreció que en 2006 la República Federativa de Brasil comenzara a experimentar y desarrollar su propio sistema de televisión digital a través de una subnorma japonesa-brasileña: la `Integrated Services Digital Broadcasting Terrestrial Brasil (ISDB-Tb). El desarrollo brasileño enriqueció la norma y ayudó a su expansión a nivel internacional.
En 2008 Argentina optó por sumarse a estos desarrollos y se firmaron los primeros acuerdos con los gobiernos de Japón y Brasil.
Argentina y Brasil firmaron acuerdos de cooperación técnica, acordaron políticas conjuntas sobre intercambio, investigación, formación y desarrollo de tecnologías digitales. Esta decisión estratégica reafirmó la intención de ambos países de alcanzar mayores niveles de integración y conformar un polo tecnológico regional.
En 2009, mientras el estándar ISDB-Tb era certificado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), se sumaron a la iniciativa Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
¿Este acuerdo generalizado es importante para la UNASUR? Es muy importante, estratégico. ¿Podría considerarse ésta una oportunidad histórica para la región? Ciertamente lo es. A finales de la década del 70 América Latina atravesó una situación parecida al definir las normas de la televisión a color.
En aquella oportunidad la incomunicación no permitió acuerdos. Por primera vez la región alcanza una norma común de televisión y comunicación audiovisual. Este es un paso estratégico y necesario para el desarrollo científico-tecnológico regional y para la conformación de un mercado audiovisual local / regional con presencia a nivel mundial.
La Televisión Digital Abierta Argentina es uno de los mejores ejemplos de como las políticas públicas pueden orientarse a la inclusión social y utilizar las tecnologías digitales para revertir las desigualdades socio-económicas.
La TDA Argentina permite observar como estas políticas también pueden ayudar a la integración de la región sur, al desarrollo y a la protección de la soberanía tecnológica nacional / regional
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