Había sufrido un ACV que le había obligado a internarse en una clínica de recuperación para volver a tragar, por lo que estaba respirando a través del cuello. En la clínica realizaba distintos ejercicios, entendía todo, y podía escribir en un papel los conceptos que no podía expresar con su voz.
El domingo 7 de agosto intentó levantarse de la cama solo y se cayó golpeando su cabeza en el piso, lo que provocó una hemorragia cerebral que no pudo evitarse por los anticoagulantes que recibía a raíz del ACV que había sufrido. Estuvo en coma desde entonces. Su última obra la realizó para Télam, ya que ilustró una "sitcom" escrita por Teodoro Boot llamada "La Sección Imposible", cuya publicación, en capítulos, seguirá sorprendiendo.
Por decisión de su familia, sus restos no serán velados, su cuerpo será cremado y quedará en una bóveda de la familia en Recoleta. Deja diez nietos que lo admiraban y adoraban. Y miles, millones de jóvenes que siguen utilizando sus trazos del dibujo de El Eternauta, en su militancia, como bandera por una Argentina nueva en la que Oesterheld y él, Solano López, serán por siempre los patriotas de la historieta.
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