(GEI) – La televisión en la Argentina se inicia en 1951, respondiendo a una política estatal desarrollada por el gobierno de Juan Domingo Perón. De la mano de Jaime Yankelevich, la primera transmisión tuvo lugar desde LR 3 Radio Belgrano, con los mismos locutores que hasta el momento trabajaban para la emisora. Con una antena instalada en el Ministerio de Obras Públicas y un discurso de Eva Perón en la Plaza de Mayo, fue inaugurado oficialmente el Canal 7. Pocas fueron las personas que contaban con aparatos receptores en sus hogares y la novedad fue compartida en bares, cafés y negocios de Buenos Aires.
Una vez instalado el sistema en el país, se desarrolló una propuesta de acción que se basaba en un programa comercial/publicitario y, con una amplia producción centralizada en Buenos Aires y retransmitida al interior. Durante todos estos años, la política de regulación de la propiedad, se preocupó por que cada canal de Buenos Aires tenga propietarios distintos para evitar el monopolio y promover la pluralidad, sin embargo los principales canales de la capital controlaron y adquirieron los canales del interior.
Esos canales son estructuras vacías, con pocos empelados, algún informativo local o programa aislado. El resto de la programación se baja del satélite. En la retransmisión y las redes de canales está la clave de un negocio redondo: bajos costos de producción y alta penetración a nivel nacional. Todo concluye en la concentración de la pauta publicitaria y la desaparición de pequeñas señales regionales que no pueden competir con los pulpos porteños.
El origen de los contenidos
En la actualidad, con más de 60 años cumplidos desde la primera emisión televisiva este sistema continúa en vigencia. El 63% de la programación televisiva que se transmite en el interior es producido en Buenos Aires y sólo el 29 % es local. En el área metropolitana de Buenos aires, en cambio la producción local representa el 70% y la producción del interior que se difunde es igual a 0. Sin embargo, y luego de un extenso debate y enfrentamiento político/mediático en 2009, a partir de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, se buscó revertir esta situación con la instauración de una televisión federal y pluralista.
Según un Informe de Contenidos de la Televisión Abierta realizado por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), durante junio, julio y agosto de 2010, la mayoría de las señales continuaban retransmitiendo los contenidos generados en los principales canales de la Ciudad de Buenos Aires. La consecuencia es que no se crean puestos de trabajo en las provincias y miles de periodistas, productores y técnicos están obligados a buscar mejores horizontes laborales en Capital Federal o capitales de provincia.
La programación propia está prácticamente ausente en las 44 emisoras relevadas por la AFSCA. Los números son elocuentes: en La Plata y la zona metropolitana, el 1% de las horas emitidas corresponde a contenidos producidos por canales de otras regiones. El Noroeste ocupa el primer puesto del ranking nacional: la relación entre programación y programación propia asciende al 79%.
Nuevas disposiciones
De este modo, la diversidad de puntos de vistas, se convirtió en muchas vistas desde un solo punto. Ante ello, el artículo 63 de la Ley de Medios establece que las emisoras que formen parte de redes televisión abierta deberán cubrir con contenidos propios un mínimo del 30% de su programación, con noticieros locales incluidos, y un 60% de contenidos generados en el país.
El objetivo es evitar los medios semivacíos en las provincias, en los que sólo se ven contenidos producidos en los “canales de cabecera”. Ante ello, el Consejo Interuniversitario Nacional esta ayudando a cambiar esta historia.
La aplicación de la nueva Ley y la implementación de la televisión digital promueven el desarrollo de mecanismos para la desconcentración. Esta política propone democratizar la producción de contenidos y garantizar el acceso universal a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
El Programa Polos y Nodos Audiovisuales Tecnológicos del que participa el Consejo Interuniversitario Nacional tienen por objeto: fomentar la federalización de la producción nacional de contenidos audiovisuales digitales; disminuir las asimetrías existentes entre las distintas regiones e incorporar la participación en forma conjunta del sector académico público, la sociedad civil y el sector empresarial vinculados a la producción audiovisual.
Para ello, se organizó a las provincias en 9 regiones, según su proximidad geográfica, potencialidades administrativas y afinidad socio cultural. Cada región se constituye como un sistema productivo llamado Polo Audiovisual Tecnológico, que conforman un sistema nacional en red. A su vez, dentro de cada Polo, se construyen lo Nodos como sistemas productivos locales. Cada Polo y cada Nodo son administrados por un Universidad Nacional y participan en forma conjunta el sector académico, la sociedad civil y el sector empresarial.
Polos y Nodos
“Los polos posibilitarán que en cada rincón del país se constituyen unidades autosustentables productoras de contenidos regionales, y así se genere un modelo económico de salario decente, de creación de riqueza y de rentabilidad, anclado en la realidad de cada región”, detalló al respecto en declaraciones a la prensa, el coordinador general de Consejo Asesor del Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre Osvaldo Nemirovsci.
Más de 45 Universidad están participando, integrando Polos y Nodos, cuyas acciones se organizan en 4 ejes: producción de contenidos; asistencia técnica y equipamiento; investigación y desarrollo y capacitación. En este momento, las Universidades Nacionales están produciendo 30 ciclos de televisión periodísticos, de variada temática como parte del plan piloto de producción de contenidos. Son 180 programas de televisión producidos con el fin de federalizar la producción y demostrar las capacidades instaladas en cada provincia.
Con este proyecto ya en marcha, el conjunto de las universidades públicas, representadas en el Consejo Interuniversitario Nacional, están contribuyendo al desarrollo de una nueva televisión en Argentina. Una televisión federal, democrática, inclusiva, entretenida y transmisora de conocimiento para alcanzar el objetivo de la diversidad en la producción y la pluralidad de voces promoviendo el desarrollo humano y social construyendo una nueva ciudadanía.
“A través de la participación en el Programa Polos Audiovisuales estamos comprometiéndonos con la construcción de un nuevo país y esta es una de las premisas que los rectores reunidos en La Plata dimos en oportunidad del Bicentenario. Las Universidades no hacia adentro, las Universidades vinculadas necesariamente con los que nos rodea, vinculadas con la construcción de un nuevo país", destacó el Presidente del Consejo Interuniversitario Martín Gil.
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