Hacia la derecha el predio que, con el recorrido de las calles, comienza a cobrar en imponencia. Tecnópolis es mucho más una muestra de 200 años de ciencia y tecnología, es un espacio para la educación, el arte, la recreación y la cultura.
Los avances tecnológicos claro que están, los robots y simuladores congregan largas filas de visitantes esperando por entrar. Los rayos cósmicos y el colisionador de hadrones despiertan gran curiosidad, sin embargo hay espacios orientados a la inclusión, el deporte, la lectura, entre otros que se potencian en atractivos de la muestra.
Tecnópolis, es sobre todo una mega muestra. Estar en esa “polis” (ciudad-estado) montada en un predio de de 50 hectáreas en la localidad bonaerense de Villa Martelli, es encontrase ante la magnitud y amplitud. Fogonazos a la entrada del “continente Fuego”, acróbatas volando por sobre los visitantes, bibliotecas desde el suelo hasta el techo y más.
Aviones, tuberías, acuarios, cocinas solares, dinosaurios, aerogeneradores y la lista continua. Organizada por la Secretaría General de Presidencia, a través de la Unidad Bicentenario, Tecnópolis se convirtió en el evento con mayor convocatoria de las vacaciones de invierno. Recibe de martes a domingos la visita de miles de personas de todas partes del país.
Deporte y recreación
Un tablero de básquet, la pelota sonora y un antifaz negro son los elementos necesarios para jugar al básquet en Tecnópolis. Se trata de una experiencia inclusiva, desarrollada por ex basquetbolista Ricardo Molinari que adapto las condiciones de ese deporte para que pueda ser jugado por personas ciegas. En esta oportunidad, está al alcance de quienes quieran experimentarlo.
La gente que visite el stand podrá apreciar videos sobre el tema, se les mostrará el tablero sonoro, la pelota y cómo es la superficie de la cancha. Luego, los visitantes también podrán realizar lanzamientos al aro sonoro con los ojos vendados para que tengan una sensación aproximada de lo que significa lanzar una pelota sin ver. De este modo, se conjuga una experiencia deportiva, acompañada del desarrollo tecnológico para poder generar conocimiento e incluir desde las diferencias.
Sin embargo, esta experiencia no es la única en la que deporte y recreación se tornan en las figuras principales. En el predio de la expo se construyó el skatepark público más grande de Argentina que cuenta con 2070 m2. Para los aficionados de estas disciplinas, que en las diversas ciudades luchan por la construcción de espacios públicos donde poder practicar sus trucos, Tecnópolis se alza como la cuna de los skaters. Entre los aficionados se destacó la construcción que posee una parte central con un bowl de dos alturas (1,4 m y 1,9 m), 3 cápsulas y un hip.
Un snake, área de street con alturas distintas, con hubbas, barandas, escaleras, eurogaps, manualeras, bordes y rampas entre otros. A diario, y en especial los fines de semana cientos de niños y jóvenes se hacen presentes en la pista de Villa Martelli, llenando de música, colores y golpes este espacio dedicado a las nuevas expresiones juveniles.
El ala artística
La feria es también un espacio para el arte. El "Espacio Joven" de Tecnópolis tiene espectáculos permanentes y otros que varían cada jornada. En los shows sonido e iluminación se conjugan artísticamente, ejemplo de ello es el espectáculo “Avalancha” (creado especialmente para la feria) de la "Compañía de Circo La Arena" que mezcla acrobacia, música y video en un amplio galpón donde diez acróbatas cuelgan, atraviesan o escapan de enormes estructuras de hierro que se apoderan del escenario rodando a su ritmo. El metal es jaula, o instrumento de percusión, y entre luces, música en vivo, y videos, las avalanchas se hacen presentes en escena.
Asimismo, los Ministerios de Industria y Trabajo de la Nación cuentan con un espacio donde a través de pantallas gigantes, carteles, y objetos como los autos "El Justicialista" y el "Siam Di Tella", junto a un espectáculo a cargo de "Fuerza Bruta", demuestran el crecimiento de la industria nacional, y la innovación tecnológica en las empresas.
El stand, una superficie de 2.000 metros cuadrados, es escenario cada una hora de un espectáculo en el que se cuenta la historia de la industria nacional, con electrodomésticos de línea blanca y un ejemplar del emblemático automóvil. Al entrar en el pabellón, las cortinas metálicas del galpón se bajan y los integrantes de Fuerza Bruta realizan su espectáculo creado para la fiesta del Bicentenario de mayo de 2010. Entre aplausos, chispas de soldadura, nubes de humo y los gritos de los metalúrgicos los visitantes se trasladan al interior de una industria para hacer un recorrido productivo nacional.
Por otra parte, dentro del continente imaginación se invita a mostrar “el rock de tu vida”. Allí, en un símil estudio de grabación, se puede tocar distintos instrumentos musicales, cantar acompañado de una banda sonora y vibrar al ritmo de los “pogos” que se forman debajo del escenario cuando los valientes se animan a subir en escena. Esto mismo sucede con los eventos musicales gratuitos que se organizan de la mano de intérpretes como Kapanga, Gustavo Cordera y Tremor entre otros.
Muestra permanente
Para todos aquellos que aún no fueron, Tecnópolis permanecerá abierta hasta el 22 de agosto. La entrada es libre y gratuita. En tecnopolis.ar pueden consultarse mapas e instrucciones para llegar en auto, colectivo o transportes sin cargo. El horario es de 12 a 21. Los lunes y días de lluvia la muestra permanece cerrada.
No obstante, desde la secretaria General de la Presidencia, se informó que en el predio donde se desarrolla la mega muestra quedará una exposición permanente. Una vez al año se realizará una gran muestra sobre los avances científico-tecnológicos, como la que se encuentra montada en la actualidad. Se buscará, que la actitud positiva y participativa de la gente continúe, generando la vinculación de las familias con la tecnología, ciencia, arte, el sector empresario y la industria argentina.
Al mismo tiempo, que se reivindica y recupera un espacio cargado de historia. Ya que en el mismo lugar, donde miles de visitantes se congregan a diario para disfrutar y conocer el desarrollo del país, se hallaba el cuartel del Batallón 601 del Ejército, escenario del alzamiento de los militares “carapintada” en la Semana Santa de 1988.
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