La titular de Abuelas, contó que Laura "es una chica de 34 años, ya mamá, médica", que se acercó a ellas hace varios años con dudas sobre su identidad y luego se alejó. Pero finalmente dio respuestas a sus inquietudes el martes pasado, cuando el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) confirmó que coincide en un 99 por ciento con la familia Reinhold-Silver.
"Felizmente, Laura, que siempre tuvo dudas sobre su identidad, accedió a realizarse voluntariamente los análisis de ADN en el BNDG en junio de este año, a través de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi)", relató la presidenta de Abuelas, en una rueda de prensa junto Adriana Reinhold, la tía paterna de Laura y al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde.
“Desde hace mucho tiempo teníamos la sospecha de que Laura podía ser una de las nietas que buscábamos”, sostuvieron las Abuelas en un comunicado difundido ayer, en el que se menciona que en marzo de 1982, Luisa Bermúdez de Reinhold, madre de Marcelo y suegra de Susana, se había acercado a Abuelas para denunciar la desaparición de su hijo y su nuera embarazada.
PERTENENCIA Susana y Marcelo, los padres de Laura, se conocieron mientras estudiaban Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Después de un tiempo de relación, Marcelo se recibió de abogado; se casaron y comenzaron a militar en la Juventud Universitaria Peronista, para luego formar parte de la organización Montoneros.
“Chelo”, como lo llamaban sus amigos, fue detenido durante una razzia en la Facultad de Derecho, en 1975. Desde ese momento, permaneció como preso político durante dos o tres meses; recorrió los penales de Devoto, Rawson y Resistencia, y finalmente fue liberado.
Pero la peor parte de la historia, comenzó el 14 de agosto de 1977, cuando unas quince personas armadas ingresaron en el domicilio de Luisa Reinhold, en Haedo, en busca de Marcelo, quien no se encontraba en el lugar. Los efectivos del Servicio de Inteligencia Naval -bajo el mando del capitán Luis D’Imperio-, secuestraron entonces a Susana, que estaba embarazada de unos cuatro meses, y a Alejandro Odell, un amigo de la familia que se encontraba en la casa. Marcelo fue detenido horas más tarde en otro lugar y los tres fueron llevados a la Escuela de Mecánica de la Armada.
Sobrevivientes de ese centro clandestino, aportaron los datos necesarios para reconstruir la historia, que indica que la pareja sufrió torturas en el sector “Capuchita” y en octubre, se vieron por última vez. En febrero de 1978, Susana fue trasladada al Hospital Naval, donde se le practicó una cesárea y dio a luz a una "nena rubia", según consignó un testigo.
Laura pudo estar con su mamá unos 15 días. Las compañeras de cautiverio la llamaban “Lauchita”, por su pequeña contextura. También cuentan, que los marinos le tenían preparado un moisés grande lleno de ropa blanca para cuando naciera y que a Susana le habían hecho escribir una carta luego de hacerle creer que le entregarían la niña a sus abuelos. (DIB)
|