“En estos días de intenso frío les recomendamos especialmente a las mamás que amamanten porque la leche materna es la mejor defensa contra esas enfermedades”, explicó el ministro de Salud Alejandro Collia, e instó a las mujeres con dificultades para hacerlo que efectúen una consulta al médico u obstétrica cuanto antes.
Los expertos señalan que problemas frecuentes como las mastitis, grietas en los pezones o los problemas para que el bebé se prenda al pecho materno tienen solución, por lo tanto, antes de acudir a la mamadera resulta fundamental que las mamás busquen ayuda y eviten así que el bebé se debilite y enferme.
La leche materna es una potente “inyección” de anticuerpos que previene la aparición de asma, silbidos de pecho e infecciones respiratorias, propiedades que los chicos no obtienen de ninguna leche de fórmula ni de vaca.
En relación a las infecciones más frecuentes en los meses fríos, como la bronquiolitis, los expertos de la cartera sanitaria provincial explicaron que la lactancia materna no impide que el bebé las contraiga en un 100 por ciento, “pero sí le va a dar anticuerpos para que se defienda mejor una vez que ya se contagió. De este modo podrá sobrellevarla sin caer en cuadros severos”, detalló Estela Grad, referente del Programa contra las Infecciones Respiratorias Agudas de la cartera sanitaria provincial.
Gustavo Sager, creador del Banco de Leche Materna del hospital provincial San Martín de La Plata agregó que entre los múltiples componentes inmunológicos que contiene la leche materna figuran la lisozima y la lactoferrina, dos enzimas fundamentales para que el bebé obtenga defensas contra bacterias que pueden acarrear problemas respiratorios y para evitar la anemia.
PROBLEMAS FRECUENTES La mastitis es una de las dificultades por las que suelen consultar las mujeres que amamantan, sobre todo, cuando el bebé recién comienza a tomar el pecho o bien cuando se incorporan otros alimentos. De no tratarse puede provocar una dolorosa congestión e infección.
En la mayoría de los casos ocurre por una mala colocación del bebé que genera el taponamiento de los conductos mamarios.
“Cuando el bebé y la mamá no están relajados y en una buena posición ocurre que el lactante toma menos leche de la que debería entonces, la leche que queda retenida se gelatiniza y obstruye el conducto”, explicó Patricia Barros Skrok, referente del programa de lactancia del ministerio de Salud provincial.
Para estos casos, la especialista recomendó buscar una posición más relajada para la madre. “Cuando hay mastitis es importante que la mujer se realice masajes circulares en las mamas, luego fomentos con agua tibia para, luego, extraerse leche con sus propias mamas, que es el modo más eficaz”, agregó Barros Skrok.
Otro de los problemas que suelen atravesar las mujeres que amamantan son las molestas grietas en los pezones. Según los especialistas, suele ocurrir cuando el bebé se prende al pezón pero no a la areola completa, que es lo más adecuado para la mamá y para su propia alimentación.
“En estos casos lo más útil es curarse las grietas pasándole por la zona lastimada la propia leche materna”, explicó la especialista, y desaconsejó el uso de cremas o alcohol y el lavado excesivo con agua y jabón.
Tras pasarse la propia leche por la zona agrietada conviene mantener el pezón seco, para lo que se sugiere utilizar un secador de cabello. (DIB)
|